Lo que se busca es que todas las aduanas en la frontera entre México y Estados Unidos tengan mecanismos de revisión en ambos lados para evitar el tráfico de armas de fuego. Hasta el momento existen cinco puntos en los que se utiliza tecnología no intrusiva, toda vez que –según estadísticas del gobierno mexicano– diariamente ingresan ilegalmente a territorio nacional 2 mil armas de fuego.
Durante el inicio de una reunión binacional de planeación y seguridad fronteriza, el diplomático señaló que la seguridad es un desafío y una responsabilidad compartida. Sin ella, difícilmente puede haber crecimiento y prosperidad.
Ante funcionarios de ambas naciones, sostuvo: Necesitamos trabajar de manera más estrecha para tener éxito, ya que encuentro poco productivo que señalemos quién es culpable por las drogas que van al norte o por las armas y el dinero que van al sur, porque por muchos años los grupos criminales han aprovechado nuestros desacuerdos al respecto.
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, expuso que lo primordial es romper el círculo vicioso de la inseguridad, ya que la posesión de armas facilita la comisión de delitos tanto en el ámbito de la seguridad pública como en cuestiones de narcotráfico.
Coincidió en que es necesario dejar de echarse la bolita y que las autoridades de ambas naciones sean más eficaces en el combate al tráfico de armas. Puso como ejemplo que los grupos delictivos de México –como ocurrió en los hechos de octubre pasado en Culiacán– tienen pertrechos que usan las fuerzas armadas estadunidenses, y en la ejecución de nueve personas en Bavispe, Sonora, también se emplearon armas de ese país.
Durazo Montaño refirió que en 70 por ciento de los casos que involucran un arma, hay contrabando proveniente de Estados Unidos, por lo que aseguró que no se trata de echarse la bolita, sino de conjuntar responsabilidades y sumar esfuerzos, lo que llevará a tener mayor éxito en el combate a este delito y sumar esfuerzos sin regateos.