“Yo le podría decir que una golondrina no hace verano”, dijo el mandatario, aludiendo a la idea de que la llegada de una sola persona, como Yunes, no representa un cambio sustancial ni implica que se comparten los mismos ideales. López Obrador subrayó que figuras como Yunes no tienen lugar en su proyecto de transformación debido a su historial de corrupción y abuso de poder.
El presidente criticó duramente a aquellos que han utilizado sus posiciones de poder para enriquecerse, afirmando que durante mucho tiempo se engañó a la sociedad al considerar como «rateros» únicamente a quienes cometen pequeños robos, mientras que los grandes corruptos mantenían su respetabilidad.
“Tenían engañado a muchos de que los ladrones eran los que se robaban una bolsa en el mercado, una gallina o un pavo. Ese es el rata, pero los grandes ladrones que se robaron cientos, miles de millones de pesos ni siquiera perdieron su respetabilidad. Eran nombres de negocios, políticos famosos, traficantes de influencia”, puntualizó.
López Obrador también hizo hincapié en el perfil autoritario de estos personajes, a quienes calificó como conservadores y “fachos”. Según el presidente, esta clase política no solo se ha caracterizado por su corrupción, sino también por su rechazo a los cambios sociales que promueve la Cuarta Transformación.