Amenaza a California llegada de nueva tormenta – La Patrona Radio
Los Ángeles, Estados Unidos.- California se preparó este jueves para la llegada de otra tormenta que, según advirtieron los meteorólogos, traerá fuertes lluvias, vientos fuertes, tormentas eléctricas y la amenaza de inundaciones en un estado que aún se está recuperando del mismo fenómeno de la semana pasada. 

Después de semanas de un clima inusualmente malo en la costa oeste, la tormenta conocida como río atmosférico podría arrojar hasta 8 cm de lluvia en el área de la bahía de San Francisco y en toda la costa central desde el jueves hasta el fin de semana.

El nuevo río atmosférico es un tipo conocido como «Pineapple Express» porque es un grifo profundo de cálida humedad subtropical que se extiende sobre el Pacífico hasta Hawai. Sus mayores impactos se esperaban en el norte y centro de California.

En elevaciones altas, se predijo que la tormenta arrojaría mucha nieve, hasta 2.4 metros en algunos lugares.

La capa de nieve de la Sierra Nevada de California, que proporciona alrededor de un tercio del suministro de agua del estado, representa más del 180 por ciento del promedio el 1 de abril, cuando históricamente se encuentra en su punto máximo.

Ha caído tanta nieve en la Sierra y otras cadenas montañosas que los residentes todavía luchan por excavar días después de tormentas anteriores.

Los techos se derrumbaron, los automóviles quedaron enterrados y las carreteras quedaron bloqueadas . El Gobernador Gavin Newsom declaró emergencias en 13 de los 58 condados de California a partir del 1 de marzo.

Las tormentas fluviales atmosféricas como la del pronóstico son similares a los ríos en el cielo que arrojan cantidades masivas de lluvia y pueden causar inundaciones, desencadenar deslizamientos de tierra y provocar la pérdida de vidas y enormes daños a la propiedad.

La creciente frecuencia e intensidad de tales tormentas y episodios de sequía extrema son síntomas del cambio climático causado por el hombre, según los expertos. Las tormentas hacen que sea más difícil administrar los preciados suministros de agua de California al tiempo que minimizan los mayores riesgos de inundaciones e incendios forestales.

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