Como consecuencia de las afectaciones a las instalaciones de la empresa petrolera Aramco en Arabia Saudita, y en medio del temor de futuros ataques al mayor productor de petróleo, los precios del crudo registraron un repunte de cerca de 12 por ciento en los principales referentes.
La mezcla mexicana ayer cerró en 63.66 dólares por barril, su mayor nivel desde mayo.
Los movimientos en el precio del crudo tienen un impacto directo en las finanzas públicas, según expone anualmente la Secretaría de Hacienda a través del análisis de sensibilidad dentro del Paquete Económico.
De acuerdo con los datos presentados en el Paquete Económico 2020, para ese año se prevé que por cada dólar que aumente el precio de la mezcla mexicana de exportación, el sector público recibiría 13 mil 775 millones de pesos adicionales, equivalentes a medio punto porcentual del PIB.
Aunque el impacto del precio del barril de este energético puede mover a la baja la recaudación -debido a que incrementos en el precio de la gasolina implican un mayor estímulo fiscal a través del IEPS- el peso que tienen los ingresos petroleros es mayor.
De enero a julio de 2019, la recaudación de IEPS por gasolinas representó el 5.6 por ciento de los ingresos totales.
Al cierre de julio, los ingresos petroleros sumaron 483 mil millones de pesos, equivalentes a 15.8 por ciento de los ingresos totales, mientras que en igual periodo de 2018 su participación fue de 18.8 por ciento.
El menor porcentaje registrado este año, se debe al menor nivel que tuvieron los precios, que en los primeros siete meses de 2018 registró un precio promedio de 60.66 dólares, mientras que este año se ubicó en 57.57 dólares.
Pero expertos del sector se muestran cautos sobre el impacto en los ingresos.
«En México, el precio del petróleo es un arma de doble filo. Si el grado de volatilidad continuase por un periodo mayor y el precio registrara un alza, los ingresos de Pemex por exportación de crudo registrarían un impacto positivo.
«Sin embargo, siendo el País un gran importador de refinados, como la gasolina, un alza en los precios del petróleo tiene un impacto negativo», advirtió Adrián Duhalt, especialista del Backer Institute.
Suponiendo que durante los siguientes 30 días se mantuvieran los mismos volúmenes de exportación de crudo e importación de petrolíferos registrados en julio, pero con precios 8.6 por ciento superiores, el superávit extra para Pemex apenas crecería en 20.4 millones de dólares respecto al obtenido en el séptimo mes de este año.
«El aumento en el precio de crudo tendría un efecto nulo sobre las finanzas públicas, México no tiene la capacidad para incrementar la producción de forma considerable para exportar y enviar al mismo tiempo a las refinerías», coincidió Ramsés Pech, especialista de energía.