Nueva York, Estados Unidos.- Alvin Bragg se convirtió en el primer fiscal afroamericano en ser elegido al frente del Ministerio Público de Manhattan y ahora podría pasar a la historia como el primero en inculpar a un ex Presidente de Estados Unidos. 

Alvin Bragg

Elegido en noviembre de 2021 como fiscal de distrito en las urnas, heredó la investigación penal contra Donald Trump por el pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels, para comprar su silencio por una supuesta relación sexual, en la recta final de la campaña presidencial de 2016.

En el cargo desde el 1 de enero de 2022, Bragg, nacido hace 49 años en Harlem, norte de Manhattan, habitado principalmente por latinos y negros, se dio a conocer por sus posiciones progresistas en materia penal y represiva: buscar alternativas a la prisión para los autores de delitos menores y hacer hincapié en los delitos de cuello blanco y financieros.

La agresividad de la Policía neoyorquina en el barrio cuando era adolescente en los años 1980, forjó su visión de la justicia.

En una entrevista a la revista American Prospect en 2021 aseguró que se había visto “profundamente afectado por el sistema de justicia penal, en particular por tres detenciones a punta de pistola por parte de la Policía de Nueva York durante controles inconstitucionales”.

‘Sin confianza no hay seguridad’

“No se puede tener seguridad pública plena sin confianza”, dijo Bragg, que se formó en Harvard y trabajó para el Fiscal General de Nueva York y para el Ministerio Público del sur de Manhattan.

Sus comienzos como fiscal de distrito no fueron fáciles. Pocos días después de asumir el cargo, Bragg anunció que no perseguiría delitos menores y trataría de pedir penas de cárcel solo para los delitos más graves.

Un mes después, se vio obligado a revisar su política tras la reacción furibunda del Departamento de Policía de Nueva York y las críticas del Alcalde demócrata Eric Adams, que llegó al cargo prometiendo mano dura contra la delincuencia.

Bragg también fue objeto de críticas por su supuesta indecisión sobre la investigación a Trump, que su predecesor en el cargo Cyrus Vance había iniciado en 2018.

Dos fiscales principales abandonaron la investigación sobre los negocios de Trump en febrero de 2022, poniendo en duda el futuro de la investigación.

Un viejo rival de Trump

La oficina del fiscal salió al paso con un comunicado diciendo que el caso seguía su curso. En el fondo, estaba afinando la figura legal en que enmarcaría el pago de 130 mil dólares a Daniels.

En diciembre, Bragg logró condenar a la Organización Trump y a otra entidad de los Trump por defraudar y evadir impuestos durante años mediante un sistema de falsificación de registros comerciales.

El antiguo director financiero de la empresa familiar del ex Mandatario Allen Weisselberg fue condenado a cinco meses de prisión y a 2 millones de dólares en multas por su papel en la estafa a cambio de colaborar con la justicia.

Trump no esta directamente implicado, pero esa condena le habría dado confianza al fiscal para formar un gran jurado y empezar a escuchar las pruebas en la investigación del dinero para comprar el silencio de la actriz.

“Bragg ha demostrado ser flexible y pragmático”, dijo a la AFP el ex fiscal Bennett Gershman, al elogiarlo por la “investigación agresiva” contra Trump.

El ex Presidente arremetió repetidamente contra el fiscal, llamándole “racista”, de “izquierda radical”, “corrupto y altamente político”. Pero Bragg dejó claro este fin de semana a su personal que “no tolerará intentos de intimidar a nuestra oficina o amenazar el estado de derecho en Nueva York”.

El fiscal escribió una carta al presidente de la Comisión de Justicia del Congreso estadounidense, el republicano Jim Jordan, que ha tratado de inmiscuirse en el caso, asegurándole que la Fiscalía “no permitirá que una investigación del Congreso impida el ejercicio del poder policial soberano de Nueva York”.

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