El colectivo #SeguridadSinGuerra advirtió en conferencia de prensa que en los últimos años la militarización de la seguridad ha resultado un buen negocio para las Fuerzas Armadas, sin que esto se traduzca en la reducción de la violencia en el País.
«Esta reforma lo que busca abrirle la puerta a los militares para que lleven a cabo cualquier tarea (…) tal vez el día de hoy podamos tener un Gobierno que sea responsable, que prometa tener control sobre las Fuerzas Armadas, pero no sabemos si el día de mañana vamos a tener un Gobierno autoritario que haga un uso de las fuerzas en contra de la de la población», planteó Cristina Reyes de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).»En caso de que la Guardia Nacional pase a ser adscrita a la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) eliminaríamos totalmente la posibilidad en este país de poder cumplir con lo que establecen los estándares internacionales», alertó Edith Olivares, de Amnistía Internacional.
«En Amnistía Internacional hemos sido contundentes en señalar que cualquier iniciativa de reforma de la GN tiene que apuntar a revisar la participación gradual y ordenada en labores de seguridad pública, hay un compromiso del Estado Mexicano que debe ser respetado, de retirar las Fuerzas Armadas de las calles de manera progresiva y ordenada, y además esto debe acompañarse del fortalecimiento de las capacidades de las corporaciones policiales a través del fortalecimiento de sus conocimientos en tareas de seguridad ciudadana y de dotarle todos los recursos económicos materiales que tengan necesidad las Policías», planteó Olivares.
El colectivo recordó que en 2010 el Presidente Andrés Manuel López Obrador criticó el uso de las Fuerzas Armadas para resolver los temas de violencia.
«Hoy, en sus últimos días como Presidente, busca empoderar aún más a las Fuerzas Armadas en el País, otorgándoles facultades constitucionales inimaginables que las convertirán en un poder facultado para tareas de seguridad nacional, seguridad pública, de investigación, de participación en construcciones públicas, de vigilancia y control fronterizo, entre otras, cubiertos de un manto de secrecía y opacidad, bajo un fuero militar», expusieron los activistas en un pronunciamiento.
«La participación de las Fuerzas Armadas en estas tareas de seguridad genera violaciones de derechos humanos, ahora a esto le sumamos que el Ejército es una institución opaca, que no rinde cuentas, que no garantiza el acceso a la información, y ahora le sumamos el debilitamiento a los poderes al Poder Judicial, viene una más, que es la extensión del fuero militar a través de la Reforma al Artículo 13 de la Constitución, que lo que lo que genera es que ahora se establezca en la Constitución que la Guardia Nacional que sus integrantes rendirán cuentas, entre comillas, ante los tribunales militares», remarcó Eduardo Guerrero, del Centro Pro Derechos Humanos.
Morena y sus aliados se alistan para aprobar la reforma que traslada la GN a la Sedena.
La reforma modificaría 12 artículos de la Constitución para establecer que los guardias serán de origen militar, aunque con formación policial, y tendrán facultad de investigar delitos bajo la conducción del Ministerio Público, entre otros avales.