«En México hay indicios de una creciente epidemia de metanfetamina», advirtió la JIFE en su Informe 2020 presentado este jueves.
Aunque no detalló cifras, expuso que la prevalencia del consumo de metanfetamina, en algún momento de la vida, aumentó por lo menos del 0.1 al 0.9 por ciento de la población general.
También hizo notar que los consumidores de heroína y metanfetamina en la frontera con Estados Unidos han estado expuestos al fentanilo sin saberlo.
Así se constató en un estudio encargado por el Gobierno de México sobre los consumidores de heroína y de metanfetamina cristalina, en ciudades de la frontera.
«Las pruebas realizadas en accesorios para consumir drogas mostraron que había fentanilo en el 93 por ciento de la heroína en forma de polvo blanco», advirtió la JIFE.
«El 40 por ciento de la heroína de alquitrán negro y el 100 por ciento del speedball (una combinación de heroína y metanfetamina cristalina)».
La JIFE destacó que estas «constataciones» explican los casos de sobredosis entre consumidores de drogas en diversas partes de México, en los últimos años.
México, recalcó, se ha convertido en una de las principales fuentes ilícitas de fentanilo para Estados Unidos, ya que fabrica la droga con precursores provenientes de China e India.
«En noviembre de 2019, la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos emitió una advertencia acerca de las pastillas de venta con receta adulteradas que contenían fentanilo y que se introducían ilegalmente desde México», recordó.
«Según la DEA, las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas estaban despachando a los Estados Unidos envíos a granel de pastillas adulteradas mezcladas con fentanilo que se hacían pasar por productos farmacéuticos reales».
Ve recrudecimiento de violencia por pandemia
Respecto a la pandemia de Covid-19, el órgano de expertos consideró que afectará la forma en que funcionan la delincuencia organizada transnacional y los mercados ilícitos.
«En México, la pandemia de COVID-19 y la emergencia sanitaria conexa han tenido profundas repercusiones en la sociedad y la economía», observó.
«Los cambios en la forma en que la actividad delictiva organizada repercute en la economía podrían tener consecuencias a largo plazo».
El informe ubica tres posibles efectos «significativos»: el primero es el incremento de la violencia armada vinculada a la delincuencia organizada.
El segundo es la diversificación de los actos delictivos como consecuencia de la reducción en los ingresos del mercado de drogas; y el tercero, el afianzamiento de los grupos criminales.
La respuesta
México informó a la JIFE que lleva a cabo una transición de las políticas de drogas sobre la base de los principios de salud pública, pruebas científicas y respeto a derechos humanos.
«El Gobierno de México ha indicado que las nuevas políticas están concebidas para adoptar un enfoque preventivo y de respuesta a las necesidades de las poblaciones vulnerables», apuntó.
«Especialmente las que se encuentran en entornos penitenciarios, las mujeres y los adolescentes, y otros grupos afectados de manera desproporcionada por el consumo de drogas y los problemas de salud conexos».
La Federación también reportó a la Junta que, debido a la pandemia, el Instituto Nacional de Psiquiatría instituyó una serie de programas de intervención a distancia para consumidores de drogas.
«Se ofrece orientación a las personas, en cualquier momento, a través de Internet. México informó sobre su Programa de Ayuda para el Abuso de Drogas y Depresión, que ofrece un breve tratamiento psicológico en línea a cargo de un orientador profesional para fomentar la disminución del consumo de drogas y hacer frente a los síntomas de la depresión», añadió.
«México también informó sobre otros programas que se habían elaborado con miras a fortalecer las habilidades sociales, emocionales y parentales para ayudar a prevenir el consumo de drogas».