El Presidente de la Unión de Madereros en Parral, Samuel Portillo, destacó que el ambiente en el sector se encuentra bajo un panorama difícil, ante las dificultades que en pasadas semanas han presentado por las medidas de confinamiento.
“Tras frenarse el desplazamiento de madera o el comercio en el mercado nacional, provocando que el dinero comience a escasearse, y por ello, comiencen a optar los aserraderos en despedir personal o reducirles horas de trabajo”, manifestó.
Señaló que el panorama es complicado y difícil como productores forestales, tratándose de ejido y predios forestales, sin que, de momento, se pueda cuantificar el monto de las pérdidas económicas que han registrado.
“Existen empresas madereras que adquirieron compromisos de compra de madera con compradores, compromisos que muy forzadamente están cumpliendo, por no dejar a tanta gente que depende de ellos”, aseveró.
Manifestó que, por lo regular, en la zona sur del estado y norte de Durango, son empleados de etnias bajas en recursos y tarahumaras; “El deber moral de los industriales, es mantenerlos hasta que la situación colapse”, refirió.
Asimismo, Portillo refirió que los empresarios madereros lacerados en Parral y la región, son alrededor de 60, los cuales, comprenden la región de Parral, Santa Bárbara, San Francisco del Oro y Matamoros, cayendo sus capitaciones hasta en un 70 por ciento.
Ante lo externado, dijo las principales afectaciones que presentan es en el “bolsillo”, ya que, lo que mantenían de reservar económicas para sostener su económica, se está demorando la recuperación del dinero.
“Aún y cuando el recurso llega tarde, deben de pagar impuestos y se está destinando a no dejar en el abandono a los ejidos y los predios, estando al borde del colapso, porque la madera se está acumulándola en los patios, presentando un grave riesgo del deterioro por cuestiones climáticas, lo que reduciría su precio en el mercado”, concluyó.