El miedo entre los ciudadanos surcoreanos está comenzando a extenderse después de que se presentaran más de 30 informes confirmados o sospechosos de chinches en todo el país.
El primer informe de chinches se produjo en octubre en un baño público en Incheon, en la periferia de Seúl.
No mucho después, una universidad de Daegu, al sur de la ciudad capital de Seúl, informó que un estudiante fue picado por chinches en su dormitorio.
Ante esto, el Gobierno Metropolitano de Seúl planteó medidas para evitar la propagación de las chinches, limpiando con vapor y esterilizando autobuses, metros y taxis y examinando las zonas de viviendas, alojamientos y baños donde es más probable que se propagen las chinches.