Dijo que, en primera instancia, la venta de pólvora está prohibida y es un delito, pero aun así las personas la compran.
“Los niños todavía no tienen consciencia de lo que hacen, a veces les prenden una palomita a otro niño como una especie de broma o de juego y es ahí cuando ocurren los accidentes”, continuó.
Agregó que, más que incendios por el uso de pirotecnia, la dependencia a su cargo atiende lesiones en niños, lo que, indicó, que es la principal preocupación, pues “son ellos quienes juegan pero si ven a los padres utilizando este tipo de artefactos, es muy probable que sigan el ejemplo”.
Los artículos de riesgo, además de los cuetes y las palomitas, son también tanques y muchos otros que contienen pólvora comprimida, incluso las luces de bengala, que pueden provocar un incendio, ya que la gente suele desecharlos cuando aún está prendida.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal también lanzó un exhorto a la comunidad para evitar el uso de pirotecnia durante las celebraciones decembrinas y durante fin de año.
La corporación indicó que también se debe tener consciencia de que el ruido de estos artefactos lastima a las mascotas.
Pese a estar prohibida, la venta de este tipo artículos se observa en la vía pública en diferentes partes de la ciudad.