«Las implicaciones -del debilitamiento económico de China- son efectos de rebote. El primer punto es que si no hay un consumo en China o una reactivación, algunas de las exportaciones de México, que no son tan significativas (el País depende más de sus exportaciones de Estados Unidos), podrían verse afectadas», explicó Guillermo Mendoza, director de Riesgo y Análisis Político en Ansley Consultores Internacionales.
Hace una semana la Reserva Federal de Estados Unidos advirtió que la falta de una recuperación plena en la economía china podría traer ciertas implicaciones para la economía internacional.
Al terminar las restricciones y cierres que se tuvieron por los momentos más complicados de la pandemia, se esperaba que hubiera un repunte en la economía de China, pero no ocurrió, lo que ha generado preocupaciones en el mundo.
Uno de los indicadores importantes en el que se basan estas preocupaciones es el mercado inmobiliario, pues se hicieron construcciones, pero no se han comprado las propiedades porque el consumo no ha avanzado, informó Mendoza.
Eso sin olvidar que enfrenta una caída en las exportaciones y la inversión extranjera se ha estancado.
La economía de China sólo pudo crecer 0.8 por ciento en el segundo trimestre del año, 1.4 puntos porcentuales menos que en el primer trimestre.
Rafael Flores, consultor del despacho Aguilar y Loera, recordó que si bien México importa parte de sus componentes de China para manufacturar sus productos y luego poder exportar a Estados Unidos, tiene una relación comercial más estrecha con el segundo.
Durante el primer semestre del año, México exportó 5 mil 355 millones de dólares a China, pero importó de ella 54 mil 503 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México.
Entre los principales productos que México exporta a China están las partes y accesorios para vehículos y automóviles tipo turismo.
Entre las mercancías que más le compra el País al gigante asiático están las partes y accesorios para máquinas y aparatos de oficina y aparatos eléctricos de telefonía.
Flores, dijo que si al caer el consumo en China este país busca como alternativa otros mercados para ofrecer sus productos tendría que hacerlo a menores precios para ir ganando nuevos espacios, por lo que industrias en México que los utilicen se verían beneficiadas.
No obstante, la reciente imposición de los aranceles a las importaciones de los países con los que México no tiene tratado puede frenar esa oferta.