De acuerdo con Catholic News Agency, la “Ley de Unidad de Protección Fronteriza”, presentada la semana pasada por el representante republicano estatal Matt Schaefer y apoyada por líderes clave de la Cámara de Representantes de mayoría republicana de Texas, crearía una fuerza policial especializada en protección fronteriza y convertiría la inmigración ilegal en un delito estatal punible por hasta 10 años de prisión y una multa de 10 mil dólares.
La llamada “Ley de Unidad de Protección Fronteriza” es preocupante porque la aplicación de la ley de inmigración es competencia del Gobierno federal y esta legislación propuesta usurparía ese papel y generaría un enfrentamiento peligroso entre Texas y los federales, con migrantes y comunidades fronterizas como daños colaterales, destacó Hope a través de un comunicado de prensa.
Dylan Corbett, director ejecutivo de Hope, dijo que “muchos legisladores de ambos lados del pasillo hoy sólo ven el costo político de avanzar en materia de inmigración, pero no se dan cuenta de que cerrar la puerta también tiene un costo moral para los más vulnerables, que es mucho más importante”.
Señaló que Texas ha gastado miles de millones de dólares en sus intentos de militarizar la frontera, desplegando policías estatales y miembros del Servicio de la Guardia Nacional para impedir los cruces hacia los Estados Unidos.
“Éste es dinero que podría haberse invertido en desarrollo económico y educación, sin mencionar el trabajo de organizaciones sin fines de lucro y comunidades religiosas que han pasado los últimos años recogiendo las piezas de un sistema de inmigración roto a través de la ayuda humanitaria esencial para los migrantes”, apuntó la organización que apoya a los migrantes en Ciudad Juárez y El Paso.