La víctima, de 23 años, narró su versión de los hechos del pasado 30 de diciembre, alrededor de las 2:00 horas en la zona VIP del antro Sutton, en Barcelona. En ese espacio, ella y dos de sus amigas recibieron una invitación, a través del camarero, para que se sentaran en la mesa de un par de hombres, entre ellos el brasileño.
Dijo que ignoraba quién era Dani Alves. Dijo que a medida que transcurrió la plática, el brasileño comenzó a hacerse el gracioso y a acercarse demasiado. En un momento, señaló, la tomó con fuerza de la mano y se la llevó a su pene, gesto que repitió. Alves la conminó a seguirlo, cruzaron una puerta y llegaron a un baño; refirió que ella desconocía la existencia de ese sitio. Acusó que el jugador la encerró.
«La víctima ha denunciado que Alves se sentó en el váter, le subió el vestido, le pidió que dijera que era su ‘putita’, la obligó a sentarse encima de él, la tiró al suelo, la obligó a hacerle una felación, a la que ella se resistió activamente, la abofeteó, la levantó del suelo y la penetró hasta eyacular. Después, le dijo que esperara a salir a que lo hiciera él en primer lugar», reseñó el diario Sport.
La joven, de 23 años, quedó en shock. No existen grabaciones del interior del baño, como sí de los espacios comunes del Sutton. Al salir de la discoteca, rompió en llanto. Fue entonces cuando intervino la policía de Cataluña y se activaron los protocolos para este tipo de casos. Fue trasladada al Hospital Clínic y, de acuerdo con Sport, hay lesiones compatibles con el forcejeo; la mujer también entregó a la autoridad el vestido utilizado esa noche.
Por ahora, Dani Alves comparece ante la justicia. En todo momento ha negado las acusaciones.