El sonorense anunció que, junto con otros priistas, impugnará la Asamblea Nacional del domingo pasado, en la que se modificaron los estatutos del partido para permitir la reelección de dirigentes.
«La reelección y la concentración de las decisiones en una sola figura, como la presidencia del partido, deteriora la vida democrática del PRI. Acompañaré a muchos compañeros militantes a impugnar una asamblea ilegal e ilegítima», señaló.
A la ruta de la impugnación se han sumado priistas críticos de «Alito», como Dulce María Sauri, Francisco Labastida y Aurelio Nuño, entre otros.
Sobre el amago de «Alito» de emprender expulsiones contra sus críticos, Beltrones consideró que nadie puede ser expulsado de un partido que se precie de ser democrático, sólo por expresar una opinión distinta de su dirigencia. «Sería un despropósito», calificó.
También se refirió a las acusaciones que el campechano hizo en su contra en torno al magnicidio de Luis Donaldo Colosio en 1994.
«El supuesto expediente del crimen a Luis Donaldo debe traer más de 200 nombres de quienes colaboraron a la investigación. Han pasado 30 años y todavía hay canallas que lo siguen tergiversando para sacar raja política. Eso habla de su torcida calidad humana.
«No acepto distracciones y no caeré en una competencia de insultos. El momento exige un debate más profundo sobre cómo enfrentar el más ruinoso resultado electoral que el PRI ha tenido en su larga historia», planteó.
La aprobación de nuevos estatutos en el tricolor abre la puerta para que el líder nacional priista se reelija hasta por ocho años más.
El ex candidato presidencial Francisco Labastida analiza la posibilidad de renunciar al PRI, si no prospera la impugnación contra «Alito» que presentará Dulce María Sauri y a la cual se sumará.
«Si él logra quedar al frente del partido, voy a renunciar. Él y yo somos agua y aceite. Hay una impugnación que está liderando Dulce María Sauri, en donde dice que no se está cumpliendo con las formalidades jurídicas», dijo.
El ex Secretario de Educación, Aurelio Nuño, confió en que el Tribunal Electoral y el INE echen atrás la reforma a los estatutos por ser ilegal e ilegítima.
«La asamblea es ilegal y es ilegítima porque se hizo en lo oscurito, como un evento clandestino. Se violaron tanto los estatutos internos como la ley de partidos», señaló Nuño.