Si bien la tasa anual de inflación observada en abril de 2022 fue inferior al 7.73 por ciento esperado por el consenso de Bloomberg, el resultado se ubicó por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3 por ciento +/- un punto porcentual alrededor de ella.
Por principales componentes, el índice subyacente -que elimina precios de alta volatilidad, como los del combustible- presentó su mayor incremento desde enero de 2001 al aumentar 7.22 por ciento anual.
El avance de la inflación subyacente se debidó al aumento en los precios de las mercancías, que se encarecieron 9.33 por ciento anual, su mayor tasa en 22 años, destacando un alza de 10.88 por ciento en alimentos, bebidas y tabaco, así como de 7.61 por ciento en las mercancías no alimenticias.
En tanto, los servicios -que incluye a loncherías, fondas y taquerías, restaurantes y similares, servicio de telefonía móvil, mantenimiento de automóvil, consulta médica, servicios turísticos en paquete, entre otros- experimentaron un aumento en sus precios al consumidor de 7.01 por ciento a tasa anual.
El índice no subyacente avanzó 9.07 por ciento anual debido a que los precios de agropecuarios se acrecentaron 14.36 por ciento y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 5.18 por ciento.
Si sólo se considera el mes de abril, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) experimentó un alza de 0.54 por ciento, inferior a lo pronosticado por el mercado de 0.58 por ciento.
La inflación subyacente mostró un alza de 0.78 por ciento mensual en abril y la no subyacente disminuyó 0.14 por ciento.
Los precios de los productos agropecuarios crecieron 1.05 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 1.07 por ciento a tasa mensual.
Lo anterior se debió principalmente a los ajustes en las tarifas eléctricas dentro del esquema de temporada cálida en 18 ciudades del País.