Un hombre de Lubbock, Texas, identificado como William Patrick Williams, de 19 años, fue arrestado por agentes especiales del FBI y ATF, anunció el viernes la Oficina del Fiscal Federal del Distrito Norte de Texas.
Williams supuestamente estaba contemplando un tiroteo masivo y compró municiones. Alquiló una habitación de hotel donde planeaba matar personas antes de que su abuela lo convenciera de visitar un hospital después de enterarse de su plan, según el comunicado.
Según el comunicado, Williams le dijo a su abuela el 13 de julio que había comprado recientemente un rifle AK-47, que planeaba “disparar” en un hotel y luego “suicidarse con un policía”.
La abuela pudo llevarlo a tratamiento antes de su arresto.
Las autoridades aplaudieron las acciones valientes de la abuela de Williams, diciendo que su interferencia probablemente salvó la vida de muchos.
“Esto fue una tragedia evitada”, dijo el fiscal federal Nealy Cox. “Quiero elogiar a la abuela del acusado, que salvó vidas al interrumpir este complot, así como a los agentes de policía y agentes federales de Lubbock que investigaron su adquisición ilegal de un arma mortal”.
Williams fue arrestado después de una hospitalización y dio permiso a los investigadores para registrar su habitación de hotel, según el comunicado.
Los investigadores descubrieron un rifle AK-47, 17 cartuchos cargados con municiones y varios cuchillos en la habitación del hotel de Williams, según el comunicado.
Williams les dijo a los policías que había dejado sus armas en una cama para que la policía pudiera tomarlas bajo custodia.
Otros artículos recuperados de la habitación incluyeron una gabardina negra, pantalones tácticos negros, una camiseta negra que decía “Let ‘Em Come”, dijo el comunicado de prensa.
El 21 de julio, la ATF recibió un formulario de transacción de armas de fuego completado el 11 de julio donde Williams mintió sobre su residencia.
Fue acusado de hacer declaraciones falsas a un vendedor de armas de fuego debido a su afirmación de que vivía en una dirección de donde había sido desalojado. El delito podría acarrearle hasta cinco años en prisión federal.
“El FBI trabajó en estrecha colaboración con nuestros socios en el Departamento de Policía de ATF y Lubbock para evitar que el acusado cometa un acto violento”, dijo Matthew DeSarno, agente especial a cargo de la oficina local del FBI en Dallas.
“Este caso es un ejemplo perfecto de agencias de aplicación de la ley que se unen para encontrar una solución que proteja al público del daño”.