Así lo informaron organizaciones de atención a los migrantes, que desde el pasado domingo advirtieron que de nueva cuenta se dejaron los vagones varados con familias completas en la entrada a Chihuahua.
Tan sólo el 24 de abril se habrían dejado varados a dos mil de ellos en el ejido Sacramento a la salida de la ciudad de Chihuahua, al Norte.
En esta ocasión autoridades estatales confirmaron el incidente y señalaron que desde el gobierno municipal de Jiménez se les brindó atención como comida agua y resguardo. Los migrantes fueron dejados a altas temperaturas que se acercaron a los 40 grados que trajo la tercera onda de calor durante este mes de mayo.
El secretario general de gobierno, Santiago de la Peña, informó que esto fue parte de los cuestionamientos que se hicieron el día de ayer a la delegada del INM en Chihuahua, Esther Martínez Zúñiga, quien les manifestó que trabajan al máximo de su capacidad con apenas 70 elementos en todo el estado.
De la Peña calificó esto como un incremento en la llegada de nuevos migrantes al estado, y que podría derivar en una crisis humanitaria.
“Aunque venían en las últimas semanas reportándose números a la baja en el flujo de migrantes, pues tuvimos que el domingo se identificó un tren nuevamente por esa vía con aproximadamente mil 500 migrantes que quedaron varados en una zona que se llama Rellano, cerca de Jiménez, aproximadamente en el kilómetro 185 de la carretera Chihuahua a Torreón”, explicó.
Detalló que hay preocupación por la cantidad de mujeres y niños que viajan. “Me llamó muy preocupado el domingo el alcalde de Jiménez. Me dice que a lo largo de la semana había atendido mil migrantes y ahora llegan mil 500 juntos. Hay que, por un acto de humanidad darles agua, alimentos, hospedaje”, dijo.