Sin embargo, a esta trágica historia se suma la mano de Mario Aburto, que con su revólver apagó la carrera de Colosio y cambió el panorama política a punta de balazo. Aquel acto atroz, que aún encierra una serie de misterios, sospechas, pero por sobre todo señalamientos a un culpable que todos dicen saber quién es pero que a la vez nadie lo sabe, interrumpió la planeación de toda una campaña por la presidencia.
Actualmente, el asesinato de Colosio es considerado como uno de los puntos claves para el cambio de poder de México justo después del periodo de Ernesto Zedillo, quien quedó como el siguiente candidato a la presidencia del PRI y electo presidente de México, además de lidiar con una crisis económica, terminando así con 70 años de dicho partido en la silla presidencial.
Con información de Cultura Colectiva.