En una sesión semipresencial, como medida de prevención para evitar contagios por Covid-19, los diputados de Morena no aceptaron ningún cambio al dictamen presentado por la Comisión de Energía.
En la discusión particular, se avaló el dictamen con 289 votos a favor de Morena, PT y PES; 152 votos en contra del PAN, PRI, MC, PRD y PVEM.
Hubo una abstención de la diputada de Morena Gabriela Cuevas, quien siendo del PAN aprobó la reforma energética del sexenio pasado.
Con 412 reservas, los diputados de Morena desecharon una tras otra las propuestas de modificación al dictamen de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.
Diputados del bloque mayoritario también presentaron reservas, pero las retiraron todas luego de defender en tribuna la iniciativa preferente del Ejecutivo federal.
La reforma plantea un cambio en el régimen de despacho de energía a la Comisión Federal de Electricidad, para que se privilegie el abastecimiento de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas de la propia CFE, lo que favorecerá el uso de combustibles fósiles y el desplazamiento de las energías limpias generadas por la iniciativa privada.
El diputado de Morena, Pablo Gómez, expuso que el Presidente de la República debió proponer la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica desde hace más de un año.
«El Gobierno adoptó una actitud de cautela, de búsqueda de soluciones alternativas al desastre eléctrico que hemos heredado de los neoliberales, y fue infructuoso. Es indispensable la reforma de la ley.
«Lo que estamos haciendo aquí es un acto de recuperación de la facultad constitucional del Estado, de tener en exclusiva la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, porque la ley vigente como está, es la inconstitucional, la que vamos a reformar no se apega a estos elementos que dice en la Constitución. Y es necesario que, por lo tanto, la nación recupere lo que le es propio, y es la ley el instrumento», expuso el vicecoordinador de Morena.
Agregó que la política económica neoliberal es la que llevó a una situación en la cual unas cuantas empresas, extranjeras en su mayoría, hacen los grandes negocios, y el Estado paga por los negocios de esas empresas.
«Eso se va a acabar. ¿Quiénes dicen, quiénes nos están acusando, en este momento, de una reforma que va a traer como consecuencia -dicen ellos- el aumento en las tarifas? Los autores del gasolinazo, aquí están algunos de ellos, servían al Gobierno anterior. ¿Quién decretó el gasolinazo? Los que hoy argumentan que van a aumentar o a incrementarse las tarifas eléctricas con esta reforma. No. Lo que queremos es que no se incrementen las tarifas eléctricas. Lo lograremos», manifestó Gómez.
La petista Ana Karina Rojo dio en la tribuna la expresión más polémica de la noche, cuando reclamó la reforma energética del 2014 del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
«Vendieron al país con su dichosa reforma, sus mentadas reformas estructurales de Enrique Peña Nieto, y saben en cuánto, con un bonito especial, por eso les digo que vendieron las nalgas, mil 843 millones de pesos para los diputados, y todavía hay unos cuantos aquí, eh, que les dieron eso para aprobar la reforma energética, la de telecomunicaciones y cómo no olvidar la mal llamada reforma educativa.
«Queremos recuperar la soberanía energética y la soberanía de nuestro país. Con esta discusión que estamos dando gracias a todas las reservas que metieron estos tipos, los neoliberales, podemos decirle al pueblo que estamos listos para recuperar a nuestro País. Podemos decir que estamos en esta revolución pacífica, en esta revolución que nos van a salir algunos lastimados y serán estos, que no se les volverá a dar moches, corruptos, vendepatrias, rameras del PRIAN», expresó.
La panista Silva Garza expuso que el desplazamiento de las energías renovables va en contra de la Constitución y de los acuerdos internacionales, así como de la Ley General de Cambio Climático y la Ley de Transición Energética.
Alertó que, con la reforma, que permite la revocación de los permisos de autoabastecimiento, el País va directo a la confrontación y a los litigios internacionales, los cuales, previó, se van a perder y se tendrán que pagar las demandas.
«Misión cumplida, señores diputados de Morena. Misión cumplida. Liberar los depósitos de combustóleo altamente contaminante de Pemex. Qué nobleza, señor Presidente, ante la imposibilidad de colocar el combustóleo en el extranjero, porque allá sí respetan las leyes, usted decidió quemarlo aquí y poner en grave riesgo la salud de los mexicanos y mexicanas. A golpe de reformas, sin importar la salud. Aquí todo se puede, en este mundo al revés, de la cuarta transformación», reclamó.
La priista Claudia Pastor expuso que la reforma manda el mensaje al mundo de que México desconoce contratos y obligaciones, con un golpe certero y serio a la certeza jurídica y a la confiabilidad en las inversiones.
Pronosticó que habrá altos costos jurídicos e indemnizaciones.
Dijo que se desconocen compromisos internacionales con el T-MEC, el acuerdo Transpacífico, en materia de energías renovables, y el Acuerdo de París y que no importó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haya establecido la inconstitucionalidad de la política energética.
«En aras de algo que denominan soberanía energética, vienen a pretender convencernos de aceptar apagones, recibos más caros y daños irremediables al medio ambiente.
«Esta propuesta equivale a declarar un apagón para México, a trasladarle a la ciudadanía preocupada y ocupada en la subsistencia del día a día, en plena crisis económica y de salud, ahora un consumo racionado de la electricidad en pos de una ideología caduca», sostuvo la legisladora del PRI.
El panista Mario Mata alertó también del inicio de apagones.
«Así empezaron Venezuela y Cuba, con apagones y una clase de gobernantes como ustedes que se creen mesías, todos son malos, todos son malos, excepto los benditos de la cuarta destrucción, anoten mexicanos, anoten esta fecha es el inicio de la debacle, es el día más negro para nosotros».
La misma advertencia hizo la diputada del tricolor Mariana Rodríguez sobre el inicio de apagones en todo el País.
«Va a pasar lo siguiente: Seguirán y serán cada vez más seguidos los apagones, como los que ya tuvimos en varios estados de la República, esto va a ser una practica común, que nos podría llevarnos a pensar que vivimos ahora en otro país de América Latina que no es nuestro querido México.
«Subirán sus recibos de la luz, o sea, van a pagar más por recibir este servicio, digan lo que digan, se han dicho tantas cosas que aquí hemos tenido que venir a decirles, se los dijimos que esto iba a ocurrir».
Justino Arriaga, del PAN, acusó que en Guanajuato hay una emergencia ambiental por la operación de la termoeléctrica de Salamanca.
«Hay una emergencia en Guanajuato, una emergencia ambiental, estamos respirando veneno. Estamos respirando veneno desde el viernes pasado. La alcaldesa que es de Morena, está callada. La Dirección de Protección Civil no existe.
«La Dirección de Medio Ambiente no existe. La secretaria Marisa Ortiz, la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de Guanajuato, acabo de hablar con ella, preocupadísima, porque no le contestan, ni siquiera el teléfono en la refinería de Pemex, que es el que vende el combustóleo chafa, ni la gente de la termoeléctrica», manifestó.
Señaló que nadie en el Gobierno federal responde por los elevados índices de dióxido de azufre, que llegaron a 250 cuando el máximo permitido de partículas por billón de dióxido de azufre es de 75.
La perredista Frida Alejandra esparza subrayó que el modelo aprobado es una regresión para el sistema eléctrico, que establece una competencia desfavorable con productores privados y que les obliga a deshacerse de activos, de mercados y de oportunidades de desarrollo y de inversión.
«No se va a revertir la debilidad de nuestro sistema eléctrico con esta reforma que envía el Presidente», expuso.