La caravana con los restos comenzó su marcha a las 17:50 horas locales de este jueves, en medio de una Buenos Aires convulsionada por los incidentes entre fanáticos del ex futbolista y la Policía.
El automóvil que llevó el cuerpo del astro máximo del futbol argentino partió desde la sede del Ejecutivo.
El destino final fue el cementerio privado Jardín Bella Vista, a unos 40 kilómetros de la capital argentina.
Allí descansan los restos de sus padres, Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, conocidos popularmente como «Don Diego» y «Doña Tota», que fallecieron en 2015 y 2011, respectivamente.
La Presidencia argentina informó que el cortejo fúnebre transitó por la Avenida 9 de Julio, la principal arteria de Buenos Aires, hasta la Autopista 25 de Mayo y luego el Acceso Oeste.
Las autoridades difundieron el recorrido que tuvo el cortejo para que quienes fueron a despedirse del «ídolo argentino» y no lograron acceder a la capilla ardiente le dieran el «último adiós» desde las calles.
La partida del cortejo fue, de hecho, muy compleja, debido al aluvión de personas agolpadas a las puertas de la Casa Rosada y que no pudieron ingresar al velatorio.
La capilla ardiente montada en uno de los salones principales de la Casa Rosada se había abierto al público general a las 06:00 horas (tiempo local) y la familia de Maradona quería que las puertas se cerraran a las 16:00.
Pero ante la multitud de personas en los alrededores de la Casa de Gobierno, la familia accedió a mantenerla abierta hasta las 19:00 horas.
Sin embargo, los serios incidentes desatados en los alrededores de la sede del Ejecutivo y dentro de la propia Casa Rosada entre fanáticos de Maradona y la Policía obligaron a cerrar anticipadamente la capilla ardiente y a retirar el cuerpo del ex futbolista a un salón contiguo por seguridad.