«El día de de ayer lo constaté personalmente, no cuantifiqué, pero por el lado de Las Pilas, por el lado izquierdo del río hay más de 350 metros de casas de campaña que estaban de dos en dos y cuantifique más de 700 casas de campaña».
A esto se le suma a la cantidad de elementos que estaban enfrente, «está militarizado completamente creo que es una burla, es un atraco a las garantías indivifuales de las personas y no queremos enfrentarnos».
«No podemos poner en riesgo la integridad física de las personas. Una vida vale más que el chorro de agua, tenemos que ser muy concientes de lo que va estar pasando allí».
Explicó que se quieren hacer notar, pero no quieren un enfrentamiento con la Guardia Nacional.
Una de las intenciones que siempre han tenido es que se retiren los militares de las presas porque en la historia de México nunca se había usado al ejército para despojar del agua a los productores.
La presencia de los gendarmes se viene dando desde semanas atrás, y ahora que abrieron la Presa La Boquilla para extraer más de 30 metros cúbicos que se suman a los que ya estaban sacando, se ve más marcas.