Ciudad Juárez- La creciente del Río Bravo se ha convertido en un riesgo para los migrantes quienes cruzan la frontera para entregarse a la Patrulla Fronteriza en El Paso.

Después de que se abrió una de las compuertas ubicadas frente a la Casa de Adobe la semana pasada, esta tarde se permitió un mayor flujo de agua por lo que los migrantes tienen que luchar contra la corriente del río internacional para no ser arrastrados.

En el lugar donde comienza el muro fronterizo, los migrantes han tenido que hacer cordones improvisados con su propia ropa para poder detenerse mientras cruzan de un lado a otro sin que se los lleve la corriente.

Familias con niños han cruzado frente a los agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes esperan en sus unidades para detenerlos y procesarlos.

Información de eldiariodechihuahua.mx

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