De acuerdo con las primeras indagatorias ministeriales y la recopilación de información, fueron tres sujetos del grupo conocido como “Los Chorohuis” quienes arribaron al domicilio de los activistas y dispararon contra ellos. Las víctimas perdieron la vida en el exterior del inmueble.
También se informó que agentes del Miniserio Público acudieron al lugar de los hechos en donde se dio fe que los cuerpos de 60 y 20 años de edad, presentaban lesiones producidas por arma de fuego, asegurando además seis casquillos percutidos de 7.62 x 39 y uno más de .223.
Isidro Baldenegro fue el primer líder asesinado en la zona por el año de 1986, y treinta años después, su hijo Isidro Baldenegro López, también fue muerto a manos del crimen organizado.
De 2013 a la fecha, se contabiliza la muerte de al menos una decena de defensores del boque y territorio en las comunidades de Coloradas de la Virgen y Choréachi pertenecientes al mismo municipio, aun cuando ambas comunidades cuentan con medidas cautelares ordenadas, incluso, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Apenas el 24 de octubre del año pasado se daba cuenta del homicidio de Julián Carrillo Martínez en la comunidad de Coloradas de la Virgen, a pesar de que contaba con medidas cautelares del Mecanismo Federal de Protección a Periodistas y Derechohumanistas.
Hasta el momento la Fiscalía General del Estado ha presentado a tres presuntos responsables de los homicidios de Juan Ontiveros, Isidro Baldenegro y de Julián Carrillo, respectivamente.
Juan Javier Cornejo Pérez, fue sentenciado a 11 años de prisión por el asesinato de Isidro Baldenegro; en febrero, se detuvo a Feliciano R.M. como presunto responsable de dar muerte a Julián Carrillo y el proceso aún continúa; en abril, se aprehendió a Rosalío Joel M.P. como presunto autor del homicidio de Juan Ontiveros, pero fue liberado por una jueza de Control en la audiencia de vinculación a proceso.
A pesar de las aprehensiones y las medidas cautelares, la violencia y amenazas contra los defensores del bosque y el territorio no cesan, situación que provoca la emigración masiva de familias que todavía vivían en esas comunidades, pues existe un alto riesgo contra la comunidad de Choréachi con la liberación del presunto homicida, advirtió la asociación Alianza Sierra Madre, asesora en las denuncias penales y agrarias de las víctimas.
“No basta con detener a un autor material, ya que hay elementos suficientes y declaraciones de pobladores, que evidencian que las comunidades completas son víctimas por la defensa ambiental y como tal se deben investigar esos homicidios para dar con otros autores materiales y sobre todo, con los intelectuales, así como autoridades que han solapado y generado los índices de impunidad”, sentenció la asociación derechohumanista.