Trump, quien ha pasado dos años lanzando ataques personales contra sus rivales demócratas, declaró que era hora de «superar nuestras divisiones, sanar nuestras heridas, construir nuevas coaliciones, crear nuevas soluciones y destrabar la promesa extraordinaria del futuro de Estados Unidos».
Durante la solemne alocución anual de Trump ante el Congreso con la que pretende proyectarse electoralmente en medio de un enrarecido clima político, alimentado por su polémico proyecto de muro, también aseguró que su discurso no es» republicano, es un discurso de todos los estadunidenses».
Destacó que los estadunidenses se encuentran mejor que nunca, pues dijo, hay más personas que trabajan desde que él tomó las riendas de la administración.
«En tan sólo dos años desde las elecciones, hemos impulsado un boom económico sin precedentes, un boom que rara vez se ha visto antes», afirmó.
«La economía de Estados Unidos es «la envidia del mundo», aseveró.
El mandatario agregó que durante su gobierno, el desempleo ha logrado las tasas más bajas que el país ha vivido en medio siglo y que la economía crece «el doble de rápido si lo comparamos con cuando llegué».
También habló de la necesidad de «dar marcha atrás a décadas de políticas comerciales injustas» para Estados Unidos.
Con respecto a China, advirtió que el país asiático que las políticas comerciales que han regido durante años entre Pekín y Washington «han llegado a su fin».
«Estamos trabajando para dejar claro a China que tras años de ataques a nuestra industria, y de robar nuestra propiedad intelectual, el robo de trabajos y riqueza estadounidenses han llegado a su fin».
En el tema de migración, el mandatario dijo que miles de estadunidenses han sido asesinado por las drogas que entran a Estados Unidos, por lo que llamó nuevamente a aprobar los recursos para levantar su tan anhelado muro fronterizo.
«La tolerancia para la inmigración ilegal no es compasiva, es cruel», subrayó, al tiempo que tildó de «salvaje» a la pandilla salvadoreña MS-13, de la que dijo que opera en 20 estados «y casi todos llegan» a Estados Unidos a través de la frontera sur.
«En el pasado, la mayoría de las personas en esta sala votaron por un muro, pero el muro adecuado nunca se construyó. Lo haré construir», sentenció.
Agregó que los estadunidenses de la clase trabajadora pagan el precio por la migración ilegal masiva.
Como ejemplo, destacó que «San Diego tenía el mayor paso de ilegales, por lo que se construyó una gran barrera, poderosa y potente, por lo que se logró detener a los miles de indocumentados que buscan ingresar al país».
«Los muros salvan vida», dijo, por lo que llamó a los legisladores lograr un acuerdo para obtener los recursos necesarios para la construcción de un «muro poderoso».
Información de Milenio