Ahora Musk está intentando hacer algo que pocos, si es que alguno, titanes de la industria han hecho en un siglo: crear su propia ciudad empresarial.
Musk ha hablado durante mucho tiempo sobre su deseo de crear una nueva ciudad, que espera llamar Starbase, en la costa sur de Texas, donde tiene sede su empresa de lanzamiento de cohetes, SpaceX.
Durante años, el plan no pareció avanzar de manera oficial, en parte porque la creación de un nuevo municipio en Texas requiere una cierta cantidad de residentes y el apoyo de la mayoría de los votantes.
Pero en ese tiempo, los empleados de SpaceX se han apiñado en casas de mediados de siglo recientemente remodeladas y alojamientos temporales (algunos de ellos en forma de remolques plateados Airstream) a la sombra de los cohetes de la compañía.
Luego, en diciembre, los empleados de la empresa que viven alrededor de sus oficinas y el sitio de lanzamiento dieron el primer paso importante hacia la incorporación de una ciudad, reuniendo firmas y presentando una petición oficial para celebrar una elección.
La petición, presentada ante altos funcionarios del condado de Cameron y compartida con The New York Times sobre la base de una solicitud de registros públicos, proporciona algunos de los primeros detalles sobre el tamaño y el funcionamiento de la nueva ciudad que Musk y su compañía están imaginando.
Si el condado lo autoriza, la elección permitiría a los votantes emitir su voto para elegir a tres nuevos funcionarios municipales, incluido el primer Alcalde de la ciudad. La petición sugiere que el alcalde será el director de seguridad de SpaceX, Gunnar Milburn.
«Esta es una situación muy particular», dijo Alan Bojorquez, un abogado de Austin que se especializa en ayudar a grupos de residentes de Texas en el proceso de incorporación de nuevas ciudades. Dijo que nunca había ayudado a una empresa que quisiera que sus empleados formaran su propia ciudad.
La petición de Starbase describe una comunidad de alrededor de 500 habitantes actuales, incluidos al menos 219 residentes principales y más de 100 niños, en un área al final de la carretera estatal 4 junto a la playa de Boca Chica, donde SpaceX lanza muchos de sus cohetes.
La ciudad tendría aproximadamente 3.88 kilómetros cuadrados, un poco más grande que Central Park pero pequeña para los estándares de Texas.
Casi todos son inquilinos y trabajan en SpaceX, según la petición.
Hay pocos ejemplos en Texas de este tipo de ciudades empresariales, aunque hay una al norte de Houston donde el fundador del Festival del Renacimiento de Texas creó la ciudad de Todd Mission y se convirtió en su Alcalde.
Y Musk no se contentará con una sola ciudad nueva. Ya ha estudiado la posibilidad de alojar a sus empleados en un complejo de viviendas situado fuera de la ciudad de Bastrop, cerca de Austin.
La zona alberga un campus de rápido crecimiento para las empresas de Musk, incluida una planta de fabricación para SpaceX; la sede de Boring Co., que está creando tecnología de tunelaje; y, pronto, oficinas para la plataforma social X.
La petición no dejaba claro por qué Musk y su compañía querían crear la nueva ciudad de Starbase ni qué beneficios podrían obtener al hacerlo.
Bojorquez dijo que la mayoría de las nuevas ciudades fueron creadas por personas que viven en áreas no incorporadas y quieren evitar que su área sea devorada por una ciudad en expansión, o evitar que un negocio particularmente indeseable se instale allí.
La nueva ciudad que propone Musk podría crear sus propios departamentos de Policía o de bomberos, o emitir sus propias ordenanzas, pero no tendría por qué hacerlo.
«La ley exige que las ciudades hagan muy poco», dijo Bojorquez. Uno de los problemas prácticos más importantes es el mantenimiento de las carreteras, que ya no estaría a cargo del condado.
Por supuesto, la incorporación permite a las comunidades elegir a sus propios líderes locales y también crear sistemas de servicios públicos municipales, como el de agua. Como ciudad, Starbase sería elegible para subvenciones estatales y federales, tendría cierta inmunidad frente a demandas judiciales y también podría expropiar propiedades, dijo Bojorquez.
En una carta presentada junto con la petición, Kathryn Lueders, gerente general de SpaceX para Starbase, dijo que la compañía necesitaba «la capacidad de hacer crecer Starbase como una comunidad» y señaló que SpaceX «actualmente realiza funciones civiles» debido a su ubicación remota, incluida la gestión de servicios públicos y la provisión de educación y atención médica.
«La incorporación trasladaría la gestión de algunas de estas funciones a un organismo público más apropiado», escribió Lueders en su carta al juez del condado de Cameron, quien es el máximo ejecutivo del condado y debe aprobar la petición si cumple con todos los requisitos legales.
Durante años, SpaceX se ha topado con la oposición local en el condado de Cameron por parte de grupos ambientalistas debido al efecto de los lanzamientos frecuentes y a gran escala sobre la ecología costera protegida cercana. Y los residentes y funcionarios de Brownsville, a unos 32 kilómetros de distancia, se han quejado en ocasiones de que los lanzamientos cierran caminos y les impiden acceder a la playa.
Anteriormente, la empresa parecía interesada únicamente en cambiar el nombre de la zona para fines de entrega postal. Una solicitud para hacerlo está pendiente ante una agencia federal.
«Pensábamos que eso era lo que realmente buscaban, pero supongo que querían extenderlo un poco más», dijo el juez del condado, Eddie Treviño Jr., en una entrevista.
«Obviamente, creen que hay alguna ventaja en ello».
Treviño dijo que el equipo legal del condado y la oficina electoral estaban estudiando la petición para ver si cumplía con los requisitos legales.
«Estoy esperando una respuesta de ellos», dijo. Se podría programar una elección este año.
El nuevo alcalde propuesto, Milburn, se negó a hacer comentarios cuando se lo contactó por teléfono en diciembre. Lo mismo hicieron otras personas que firmaron la petición.