Las cajas de huevo pueden contener microorganismos peligrosos para la salud, debido a que se adhieren a la fibra del cartón.
Bacterias como la salmonella o los corucos pueden vivir por meses en el cartón para posteriormente adherirse a otro organismo en el que se van a hospedar.
Esta restricción también aplica para proteger la salud de los animales, pues pretenden evitar la propagación de plagas, enfermedades y organismos patógenos o portadores de enfermedades.
Es por ello que las terminales de autobuses ya no permiten el uso de cajas de huevo y los pasajeros no pueden subir con ellas a los autobuses.