La carta de Sheinbaum comienza con un enfoque diplomático, recordando al presidente electo que México ha adoptado una política integral para atender el fenómeno migratorio. Señala que los encuentros en la frontera sur de Estados Unidos se han reducido en un 75% gracias a los esfuerzos de su gobierno, destacando que muchos migrantes ahora llegan a través de programas legales como el «CBP One», implementado por el gobierno estadounidense.
Enfatizó que las caravanas de migrantes han desaparecido, pero subrayó que ambos países deben trabajar en un modelo de movilidad laboral que atienda las causas profundas de la migración.
Una de las críticas de Sheinbaum dirigió a Trump fue la de no resolver el problema del fentanilo a través de amenazas ni medidas unilaterales como los aranceles. «No es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos», sentenció. En su lugar, abogó por un diálogo constructivo y cooperación mutua.
Rechazó la idea de que un aumento en los aranceles pueda ser una solución viable, alertando sobre los riesgos económicos que esto podría traer tanto a México como a EE.UU., especialmente en sectores clave como la industria automotriz.