Esta semana el Observatorio presentó el reporte semestral de homicidios dolosos cometidos en Juárez, datos que recaban a través de las notas periodísticas de los medios de comunicación y que contrastan con las cifras de la Fiscalía de Distrito Zona Norte.
Más allá de la mera estadística, Ficosec analiza esta información para posteriormente proyectar programas de intervención social a fin de prevenir el delito y crear áreas de oportunidad en las zonas vulnerables e inseguras.
En el análisis presentado, destacaron que estos primeros seis meses del año, durante varios ataques han muerto algunas personas, pero también lesionado a otras y entre las víctimas se encuentran niñas, niños y adolescentes, así como mujeres.
“Nosotros sí estamos recaudando información de heridos. Dentro de las entrevistas que hemos tenido con adolescentes, que han surgido dentro de los proyectos que llevamos con personas especialistas en el tema, ellos nos han dicho que no hay un proceso de entrenamiento, les entregan el arma y ellos buscan cómo aprender”, planteó García.
Esto implica que los sicarios no están siendo tan efectivos; o sea, les dan una pistola, mucho parque y salen a disparar, eso es lo que se sabe agregó.
Planteó que entre los “sicarios” hay mucho adolescente.
“Ya es más recurrente la entrada de adolescentes al crimen organizado y lamentablemente muchos de los casos son hijos de personas que fallecieron víctimas en la época de la violencia o nietos o sobrinos o los tres”, abundó.
Son adolescentes y jóvenes adultos que viven en las mismas colonias donde hubo violencia antes y que sigue habiendo violencia ahora, pero además de la violencia homicida que hay en la ciudad, hay otro tipo de violencia que afecta a las juventudes, como la violencia familiar, la violencia sexual, las lesiones y las riñas, expuso el especialista.
Y a todo eso hay que sumarle la violencia estructural e institucional, la falta de escuelas y la falta de trabajos bien remunerados.
‘La maquila ya no es una fuente primordial de trabajo’
Aquí en Juárez, ellos solamente tienen dos opciones la maquila o un trabajo informal. “Entonces, la maquila ya no está siendo una fuente primordial de trabajo, ya no buscan entrar en la maquila, ven la entrada al crimen organizado como una opción laboral”, refirió.
A diferencia de otras épocas o de otras zonas, donde tienen una gran influencia determinados narcotraficantes, a los que buscan imitar, en Juárez se ha observado que la incursión de los jóvenes en estos grupos delictivos no es por admiración o porque sea su anhelo ser el gran capo.
“Ellos lo que quieren es un trabajo, y están viendo esas actividades como un trabajo, no quieren llegar a ser ni ‘El Chapo’ y ni ‘El Señor de los Cielos’, quieren un trabajo que pague bien. Y eso es algo que también estamos tratando de solventar con nuestros proyectos”, planteó.
Ficosec tiene varios programas para la intervención social que son analizados por la Unidad de Financiamiento: Intervención para la prevención de la violencia, fortalecimiento y construcción de capacidades institucionales, fortalecimiento institucional en seguridad y justicia, corresponsabilidad ciudadana frente al delito, evaluar, medir y monitorear la acción de gobierno en seguridad y justicia y fomento a la competitividad.
“El objetivo de la Unidad de Financiamiento de Proyectos es promover, fortalecer, y mejorar la participación en la atención de los factores asociados a la violencia para mejorar la seguridad ciudadana y justicia”, comparte el organismo a través de su página oficial.
“Somos el área responsable de la vinculación con la sociedad civil organizada e instituciones de Gobierno para la atención y prevención de este fenómeno; así como del codiseño, seguimiento, monitoreo y evaluación de los proyectos financiados y de las estrategias de intervención impulsadas en el marco de la atención a problemáticas específicas, contribuyendo a la disminución de la impunidad en Ciudad Juárez”, menciona.