En medio de la guerra comercial que tiene Estados Unidos con China, ahora el presidente Joe Biden emitió una proclama donde avisa “el ajuste a las importaciones de acero hacia los Estados Unidos” donde establece aranceles del 25% a productos de este metal procedentes de México.
También aplica una cuota del 10% al aluminio, a través de la Sección 232 del Acta de Expansión Comercial de los Estados Unidos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; y el de Estados Unidos, Joe Biden, emitieron hoy una declaración conjunta donde dan a conocer que no es un castigo contra el acero mexicano, sino una medida conjunta para combatir “la evasión arancelaria”.
“México y Estados Unidos toman hoy medidas clave para proteger los mercados de acero y aluminio de América del Norte contra el comercio desleal”, dijeron los dos presidentes norteamericanos.
No hablan abiertamente de China, pero desde Estados Unidos han identificado que el país asiático está esquivando las tarifas usando a México como trampolín.
Washington le puso aranceles al acero y al aluminio chinos porque competían deslealmente contra los productores estadounidenses con precios muy bajos para inundar el mercado.
Una vez que los estadounidenses impusieron las tarifas, desde Pekín adoptaron una estrategia que ha venido creciendo: enviar su acero a México.
Ya desde México logran pasarlo a Estados Unidos sin aranceles porque el país hispanoamericano -al igual que el Canadá- no tiene aranceles en virtud del T-MEC.
Además de China, estarían implementando las medidas para desmotivar importaciones de estos metales de Bielorrusia, Irán o Rusia, rivales geopolíticos de la Casa Blanca.
México aceptó este acuerdo, incluyendo como clausula que el acero y el aluminio sí podrán cruzar la frontera exentos del arancel si se demuestra que son producidos totalmente en territorio mexicano.
Los importadores estadounidenses van a tener que presentar un certificado de análisis demostrando que es acero totalmente mexicano ante el Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Esto tiene implicaciones electorales, según medios estadounidenses y mexicanos, pues Joe Biden buscaría afianzarse entre los productores nacionales y conseguir su apoyo en los comicios del mes de noviembre.