México aún debe cerca del 80 por ciento del agua que tiene que entregar a Estados Unidos como parte del tratado entre los dos países, de acuerdo con el reporte de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que establece que han sido cubiertos 487 millones de metros cúbicos.

En total, el país está obligado a entregar dos mil 160 millones de metros cúbicos antes del 24 de octubre de 2025, fecha límite para el presente quinquenio, lo que significa que apenas ha cubierto el 22.54 por ciento de esa cantidad.

De acuerdo con las cifras del organismo federal, el río Conchos ha sido el que más ha aportado a esa cantidad, con 347.7 millones de metros cúbicos en los tres años nueve meses que han transcurrido del actual ciclo de cinco años.

El resto del agua que ha sido entregada previene de otros cuatro ríos y un arroyo que desembocan en el Río Bravo.

Por el contrario, el Río Escondido, en el estado de Coahuila, es el que menos agua ha aportado al pago a los Estados Unidos, con 6.6 millones de metros cúbicos; cerca de esta cantidad están los 8.6 millones de metros cúbicos del Río San Rodrigo en la misma entidad. Mientras que el Arroyo Las Vacas con 11.1 millones de metros cúbicos supera a los dos ríos.

Tan sólo en el presente año el Río Conchos ha aportado 4.9 millones de metros cúbicos de agua que proviene de las presas de la entidad. El líquido que es contabilizado es el de la presa El Granero, en el municipio de Aldama, la cual a la fecha es la que tiene un mayor almacenaje.

El presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), Mario Mata Carrasco, expuso que de momento no existe información de que el Gobierno de los Estados Unidos esté ejerciendo presión para que México cubra su parte del Tratado, el cual está por entrar en su último año.

El pago del Tratado del Agua fue la causa principal de que en septiembre de 2020 hubiera una confrontación entre productores de la región centro sur de la entidad y las autoridades federales, conflicto que recibió el título La guerra del agua, debido a que los primeros buscaban impedir la extracción de volúmenes por la poca disponibilidad de líquido que ponía en riesgo el ciclo agrícola.

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