“Tenemos una colaboración con México increíblemente cercana y estrecha (…) los flujos migratorios han bajado desde que hicimos la orden ejecutiva, en un 50 por ciento, y esto es por los esfuerzos en conjunto con México”, dijo la funcionaria federal a través de una conferencia telefónica.
Escobari destacó los acuerdos para disminuir los flujos, a través de acciones en los ferrocarriles y las operaciones en conjunto “para ir detrás del financiamiento de redes criminales, que no solo trafican con armas y drogas sino también con persona”.
El martes 4 de junio de 2024 el presidente de Estados Unidos firmó una proclamación en virtud de las secciones “212(f)” y “215(a)” de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, a través de la cual desde el primer minuto del miércoles 5 de junio se restringe la solicitud de asilo a la mayoría de las personas que ingresan a Estados Unidos de manera irregular, ya que existen excepciones como los menores no acompañados, enfermos de gravedad y víctimas de traficantes de personas.
“Esta suspensión de entrada y las medidas asociadas se aplicarán hasta 14 días naturales después de que se haya producido un promedio de menos de mil 500 encuentros en un período de siete días. La suspensión de entrada se mantendrá, o volverá a aplicarse, si se ha producido un promedio de 2 mil 500 encuentros o más en siete días”, según la proclamación y regla presidencial.
Aunque Escobari no dio a conocer ayer cifras actuales, según el último reporte mensual oficial, durante mayo fueron encontradas en toda la frontera con México 117 mil 906 migrantes irregulares, 23 mil 478 en el Sector El Paso, en donde el promedio diario de detenciones disminuyó un 36 por ciento durante el último mes, al pasar de 757 a 484 diarias.
“A partir del 5 de junio de 2024, los procedimientos de asilo y control de inmigración de Estados Unidos en la frontera sur serán más estrictos. Los no ciudadanos cuya entrada esté suspendida, incluidos aquellos que crucen ilegalmente entre puertos de entrada en lugar de utilizar una vía legal, y no establezcan una base legal para permanecer en Estados Unidos: por lo general, no son elegibles para el asilo, son deportados a su país de origen o a un tercer país, enfrentan al menos una prohibición de reingreso de cinco años, y enfrentan posibles cargos criminales”, alerta el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a través de su página oficial.