Fuerzas especiales del Ejército de Bolivia rodearon la sede del gobierno en La Paz, capital del país, en lo que denunciaron como golpe de Estado.

 Captaron imágenes de militares llegando a la Plaza Murillo, lugar donde concurren las instituciones del Estado boliviano en la capital.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, afirmó que son “movilizaciones irregulares”, pues su gobierno no ordenó desplegar tropas.

Evo Morales, expresidente boliviano y a quien de hecho derrocaron los militares y fuerzas policiacas anteriormente, denunció sobre estas maniobras que en el país se gesta un “golpe de Estado”.

Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), condenó “de la forma más enérgica” la actividad del Ejército, pues “debe someterse al poder civil legítimamente elegido”.

Además expuso que la OEA respalda al presidente Arce.

Cabe señalar que México, a través del presidente López Obrador y su cancillería, ayudó a Evo Morales a salir de Bolivia cuando le dieron un golpe de Estado.

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