Citó Reforma en una publicación a Jesús Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) de la Ciudad de México, advirtiendo cómo ha provocado pérdidas por 103 mil millones de pesos, que se dividen en 65 mil millones en perjuicio de comerciantes locales desplazados y otros 38 mil millones que deja de recaudar al SAT.
Comentó que hay por lo menos 17 edificios de particulares que antes tenían “una vocación diferente” como calle De las Novias o las mueblerías, que fueron desplazados por “comercio chino informal”.
Además, Reforma juntó denuncias de vecinos del último año y medio, quienes indican que trece calles del Centro Histórico dejaron de ser corredores de vivienda y comercio tradicional, incluso negocios familiares, hasta algunos lugares recién inaugurados y rehabilitados con dinero público, para convertirse en bodegas de productos chinos.
Alibaba, Temu y Shein están detrás.
Plataformas digitales chinas como Temu, Alibaba o Shein son las que han venido inundando la Ciudad de México con sus productos.
Constantemente llegan cargadores y tráilers con cajas y paquetes para estos sitios de venta apodados “minimis” que se abastecen con mercancías de Alibaba, Shein y Temu que no pagan IVA.
Hace unas dos semanas, el SAT detectó irregularidades en la importación de productos, cometidas por parte de empresas de paquetería y mensajería chinas, relacionadas al auge que viven Shein y Temu.
Según explican, hay productos de costos menores a 50 dólares que no son encontrados en la revisiones de aduanas y entran a México exentos de impuestos, no solo IVA sino que también estarían eludiendo las cuotas de aranceles a las importaciones.
México ha venido imponiendo aranceles a productos chinos, sobre todo acero, aluminio y de productos donde podría haber dumping (productos abaratados por China) que desplazan a la producción local.
Desde Estados Unidos están preocupadas las autoridades porque en medio de la guerra comercial, la Casa Blanca ha venido imponiendo aranceles y bloqueos a productos chinos.
Pero los análisis recientes muestran que los productos chinos siguen llegando a EE.UU. pero a través de México, escondiéndose, como si fueran exportaciones mexicanas, pero en realidad el país hispanoamericano está también siendo la puerta de entrada para los asiáticos para eludir las barreras estadounidenses.