Durante la misa, un conjunto de mariachi guió los cantos de alabanza y adoración
«Reunidos por nuestra fe, más que urgidos por la necesidad de la lluvia».
«Movidos por la fe en Jesús, seguros de contar con la intercesión de María Santísima y de San Judas», expresó el padre Sánchez Prieto.
En la cara oeste del templo, los jinetes todavía montados en sus caballos, oyeron con atención la santa misa.
En el campo chihuahuense se instaló el altar, un crucifijo y todo lo necesario para celebrar la sagrada eucaristía.
Así mismo, los peregrinos que caminaron desde las 7:00 de la mañana, desde la salida de la ciudad de Chihuahua.
La petición principal fue por la lluvia y en agradecimiento por las precipitaciones que se registraron durante el pasado viernes 7 y sábado 8 de junio.