La injerencia directa de la gobernadora en temas electorales a favor de los candaditos de su partido, que constituye un delito electoral, ya había sido denunciado por el morenista, cuando los candidatos a senadores del PAN, en horas laborales, se dieron el lujo de realizar trabajos de campaña en el Palacio de Gobierno, bajo la batuta del Poder Ejecutivo estatal.
Esta vez le tocó a la candidata Xóchitl Gálvez, quien recibió el apoyo del gobierno estatal a través de la Secretaría de Educación, dependencia que fue la que “coordinó todo el acarreo para los dos eventos, que tuvieron los prianistas tanto en Ciudad Juárez, como en Camargo. “El problema -señaló Cuauhtémoc Estrada- es que, con toda seguridad, muchas de esas acciones se realizan con recursos públicos de los chihuahuenses, aparte de los salarios que devengan los funcionarios públicos metidos a activistas electorales”.