¡Vaya susto! América perdió el partido, no la eliminatoria de Concachampions. Chivas tuvo corazón se fue con la cara en alto, después del 2-3 que se vivió en un Azteca que volvió a vibrar con la máxima rivalidad del futbol mexicano.
El 3-5 global pone a los cremas como uno de los ocho mejores de la confederación y tendrá que buscar, ante el New England Revolution o el Alajuelense, su pase a la antesala de la final. La valentía chiva se notó desde el arranque del juego.
Guadalajara supo lo que se jugaba, por eso fue al frente. Mozo dejó al Chicote en el camino y con un centro medido, Cowell se levantó para el primero de la noche. El momento fue rojiblanco. El Rebaño atacó sin el miedo que se le vio en la ida.
Cowell la volvió a tener, esta vez Malagón logró detenerla. El agobio fue constante. Dos Santos, Fidalgo y Valdés no aparecieron, el Piojo Alvarado sí. Con un toque exacto entre la zaga, Roberto dejó solito a un Marín que no falló. América pareció noqueado, el vendaval rojiblanco fue total.
El descanso llegó en un Coloso silenciado por la vitalidad tapatía. El momento anímico rojiblanco se terminó rápido. Un error del Pollo Briseño fue clave. Antonio quiso tocar y resbaló, Henry recuperó, cedió para Valdés, quien, frente a Whalley, se la quiso dar a Quiñones.
La desesperación fue máxima, Mozo quiso cortar, pero la puso en su propia red. El crema recuperó la memoria. Fidalgo encontró en un pase largo a Reyes. Isra quiso hacer héroe a Henry, Whalley tapó, aunque el más atento volvió a ser Valdés. El 10, lejos de reventar el arco, dejó que Zendejas, en mejor posición para que igualara la contienda.
Gago aguanto los cambios hasta el final
Gago creyó en sus hombres. Aguantó los cambios. Mozo y Piojo, los mejores del chiverío, se conjugaron para que Alvarado volviera a mostrar las carencias cremas, con un cabezazo que volvió a ilusionar al pueblo rojiblanco.
El momento para CH14 llegó. Muchos lo abuchearon, otros lo aplaudieron, él respondió con un pase que Mozo no logró concretar. La sola presencia del Chicharito echó atrás al ave. Jardine aceptó y mandó a Chava Reyes para evitar los arribos de Mozo.
La desesperación jalisciense se notó. Sepúlveda y Briseño se fueron amonestados. El juego creció en intensidad, aunque los goles, los que necesitaba Chivas, no llegaron.
No hubo más en el Azteca, el susto Águila quedó en eso, el pase a los cuartos de final se quedó en Coapa.