Para la morenista Renata Turrent, la etapa de proselitismo es una oportunidad para dejar en claro el contraste entre dos proyectos de nación.
«Creo que (será) mayoritariamente contrastes. Creo que nos volvemos a enfrentar como fue en 2018 a un contraste entre proyectos que son distintos, que son contrapuestos, que no pueden ir de la mano», dijo.
Según la panista Adriana Dávila, el contacto con los electores también permitirá dejar en claro quién miente y quién habla con la verdad.
«Esta es una campaña de contrastes, por supuesto, porque hay que diferenciar qué se está ofreciendo y qué puede cambiar. Debo decirlo con toda claridad, es un asunto de verificar si hay verdades en lo que se dice, si hay mentiras en lo que se dice y que los ciudadanos puedan el próximo 2 de junio depositar su voto con mucho mayor información», aseveró.
La emecista Laura Ballesteros sostuvo que el arranque de las campañas permitirá contrastar la vieja y la nueva política, dejar de manifiesto que existe una tercera vía y que tendrá un alto impacto en los votantes más jóvenes.
«Sí hay un contraste, pero es entre lo nuevo y lo viejo. Lo viejo representado por los partidos que ya le fallaron a México y la coalición oficialista que está presentando también malos resultados», señaló.
«Y el impacto viene en lo nuevo, porque hay más de 60 por ciento de la población entre millennials y centennials que están buscando un cambio, que no están representados».
Debaten por ‘militarización’
Al hablar sobre los temas que, hasta ahora, han dominado la conversación, coo la continuidad o expansión de los programas sociales, las representantes de los equipos de campaña dejaron en claro su posición sobre el papel de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.
Mientras Dávila y Ballesteros rechazaron la militarización, Turrent reivindicó la aportación de soldados y marinos en la atención de desastres y la capacitación de la Guardia Nacional.
«A la Guardia Nacional le pagan desde la Secretaría de la Defensa Nacional porque son plazas prestadas, ¿cómo no va a estar militarizada? Por Dios. Se dice que la formación tiene un enfoque de derechos humanos, no, señores, no. El Ejército Mexicano es el que está formando a la Guardia Nacional», acusó la panista.
«El 80 por ciento de la Guardia Nacional es militar. La mayoría de los dirigentes de la Guardia Nacional son militares. En las leyes de la Guardia Nacional (Morena) quería que estuvieran subordinadas a la Sedena y quitárselas a la Secretaría de Seguridad», agregó la emecista.
En respuesta, Turrent consideró que, de acuerdo con los conceptos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Guardia Nacional en México no es una institución militarizada.
Recordó que, en este sexenio, las fuerzas armadas han colaborado en tareas de seguridad con el respaldo de la Constitución y adelantó que, en la estrategia de Sheinbaum, los militares se mantendrán en las comunidades en función del fortalecimiento de la Guardia Nacional, pero también de las Policías.
«Ella (Sheinbaum) explica que sería irresponsable sacarlos hasta que la Guardia Nacional no esté bien consolidada. Ahorita en la Constitución tenemos (autorización constitucional) hasta el 2028. Entómo llegue al 2028 la consolidación de la Guardia Nacional, se buscará extender o no ese periodo», expresó.
‘No está decidido’
En su análisis, las invitadas hablaron sobre sus expectativas en el resultado de la elección.
Para Dávila, la contienda no está definida porque apenas empieza y porque, en los primeros pasos, se han hecho evidentes los errores del partido oficial.
«La elección no está decidida. Y eso me parece fundamental señalarlo. Estamos en la línea de salida, ya dieron los primeros pasos y ya nos dimos cuenta que hay quienes están tropezando enormemente desde el oficialismo y que se dieron cuenta que no es sólo un día de campo», manifestó.
Según la emecista, a pesar de la juventud de su candidato, «no se trata de políticos recién nacidos», sino de una generación que protagonizará una campaña de altura, que no denigre a nadie, que rechaza la guerra sucia, los ataques de las granjas de bots y que exige una exhaustiva fiscalización del gasto.
«Frente a dos pactos de la vieja política, como los que estamos viendo en estos momentos, los de la antigüedad que ya le fallaron a México y los de ahora, el pacto de la continuidad de la coalición oficialista y el pacto del retorno al pasado de la coalición prianista, sólo hay una nueva opción y esa es Máynez», expresó.
En la visión de Turrent, la elección no está definida porque, aun cuando Sheinbaum mantenga una ventaja de entre 25 y 30 puntos sobre Gálvez -según dijo, la apuesta de Morena es conquistar la mayoría calificada en el Congreso.
«Algo en lo que sí coincido es en que la elección no está decidida. Morena no solamente plantea el Ejecutivo, sino que busca el Plan C y se necesitan dos terceras partes de la elección, entonces el planteamiento de Morena no solamente es mucho más ambicioso que el Ejecutivo», agregó.