No importó que Cruz Azul llegara como favorito, cuando vio la playera del América, se transformó en el de siempre, ese que suele perdonar a las Águilas y que se lleva la derrota al final del encuentro.

El 1-0 en el Coloso de Santa Úrsula fue sufrido, con un equipo cementero que lo intentó en el complemento, pero que pagó caro regalar la primera mitad. Los emplumados se metieron de lleno a la pelea por la cima, ya están a un punto de su incómodo vecino.

La pasión de dos de los grandes llegó a Coapa con una edición más del Clásico Joven. América se supo favorito desde que pisó el terreno de juego, pese a que los números no le beneficiaban. No le importó la racha de victorias celestes y atacó con el descaro que lo caracterizó el campeonato pasado.

Las Águilas revolotearon. El líder de la parvada tuvo la primera, recién comenzado el choque. Henry, con poca puntería, la mandó a la grada.

La sensación de peligro no se fue pese al error. Martín esperó su momento de brillar y aunque no fue con una anotación, dio un pase perfecto entre la zaga cementera para que Quiñones adelantara al local. ¡Gol de América! El vuelo en el área cementera fue constante.

Quiñones mandó a guardar la pelota, pero la banderola le quitó el festejo al naturalizado mexicano. Nuevamente Julián la tuvo y la mandó a la red; el silbante volvió a arrebatarle la diana.

La Máquina no reaccionó hasta la mitad del primer lapso. Malagón retuvo un centro de Rotondi que no llevaba nada. Cruz Azul se notó nervioso y hasta frustrado. Charly Rodríguez se pudo ir expulsado por un pisotón.

El juego perdió ritmo, el descanso les vino bien a los dos. Ya en el complemento, la polémica se presentó cuando Zendejas cayó en el área y el nazareno pidió seguir con las acciones.

Los cementeros aprovecharon la desconcentración azulcrema para meter un centro que Gutiérrez remató desviado. La Máquina fue mejor en el complemento, aunque no encontró la claridad de otros choques.

Antuna estuvo impreciso. Piovi quiso sorprender desde lejos y la sensación Levy se quedó a nada del empate. Jardine movió sus piezas. Kevin, Naveda y hasta Juárez entraron a cerrar el duelo cuando más lo necesitaban las Águilas.

Las contras fueron contadas, una lesión de Quiñones mermó la idea de Jardine. Fidalgo fue el que respondió, con una escapada que Henry desaprovechó.

El último impulso celeste llegó a manera de centro, Levy le metió la testa para que Malagón detuviera y terminara con la valentía cementera que sólo quedó en un susto.

No hubo más en el Azteca, América se llevó el Clásico Joven y le demostró a Cruz Azul, que, aunque estaba más arriba en la tabla, sigue con su dominio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *