Ciudad Juárez.- Junto a fogatas, protegidos con cobijas y plásticos, decenas de migrantes permanecieron ayer en el bordo del río Grande ante las bajas temperaturas y las ráfagas de viento que provocaban tormentas de arena en los límites de la frontera.

“Tenemos frío”, “no hemos comido”, gritaban desde Estados Unidos familias de Venezuela y Guatemala mientras trataban de calentarse junto a fogatas encendidas con ropa y maleza que encontraron en las orillas del río que divide a Estados Unidos y México, entre El Paso y Ciudad Juárez.

Niños, niñas, mujeres y hombres que buscaban cómo llegar hasta el muro fronterizo, a la altura del marcador internacional número 36, corrían tras brincar el cerco de alambres de púas instalado por la Guardia Nacional de Texas, cuyos agentes les gritaban que regresaran a México.

Mientras unas familias permanecían junto a las fogatas y otras caminaban sobre los límites del río en busca de un lugar por donde subir al bordo estadounidense, el llanto de Celeste, una niña venezolana de un año y medio de nacida, se escuchaba cuando agentes de la Guardia Nacional de Texas obligaron a su mamá a regresar con ella en los brazos hacia a los límites del río internacional.

La primera en subir el bordo fue la madre, quien ya estando en la parte alta con su hija fue interceptada por dos agentes, quienes la hicieron regresar con su esposo, quien permanecía hincado junto a los rollos de concertina.

Y aunque la madre se resistía llorando en medio de la tolvanera, finalmente fue devuelta mientras su hija lloraba al pasar de los brazos de su mamá a los brazos de su papá entre los alambres.

La Operación Lone Star (OLS) o Estrella Solitaria ha instalado kilómetros de alambre de concertina, vehículos militares y docenas de soldados de la Guardia Nacional en la frontera de Texas desde diciembre de 2022.

“Las imágenes de familias migrantes con niños en brazos cruzando por debajo de los alambres de concertina deberían alarmar a toda nuestra nación. Nuestro quebrantado sistema de asilo e inmigración, combinado con la peligrosa, inconstitucional y xenófoba Operación Estrella Solitaria sigue desatando una violencia innecesaria en la frontera y poniendo en peligro cientos de vidas inocentes”, denunció Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en inglés).

Marisa Limón, directora ejecutiva de Las Americas Immigrant Advocacy Center, en El Paso, Ciudad Juárez y Nuevo México, también destacó la violación a los derechos humanos que viven las personas en situación de movilidad al no permitírseles el acceso a las autoridades migratorias.

El cruce irregular de personas que se observó ayer fue menor en comparación con los registrados durante las últimas semanas, ya que sumaban cerca de 150 personas en ambos lados del cerco de púas; sin embargo, continuó el arribo de personas de distintas nacionalidades a la ciudad con la intención de ingresar a Estados Unidos.

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