“Tenemos que ver cómo van a afrontar estos aumentos, sobre todo los primeros meses del año van a ser los más complicados”, mencionó.
A partir de enero el salario mínimo es de 248 pesos diarios en la mayor parte del país, mientras que en la zona libre de la frontera norte, que comprende los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, es de 374.89 pesos.
“Vamos a ver cómo va a ser el impacto, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), porque las PyMEs traen mucho problema de liquidez y de flujo de efectivo”, insistió Salayandía.
Dijo que las empresas tendrán que cambiar su estructura salarial, lo cual traerá un impacto directo.
“Si seguimos viendo esta tendencia de los gobiernos de tener el fortalecimiento al salario mínimo, nosotros prevemos que para el 2025 este referente equiparará a los sueldos en los puestos de nivel de entrada en muchas empresas”, expresó.
A esto se suma la expectativa del comportamiento de la inflación y sucesos importantes en este 2024, como las elecciones en México y Estados Unidos.
“Antes muchas empresas se daban el lujo de decir que pagaban mucho más del salario mínimo, que era la referencia que usaban, pero ahorita cada vez está alcanzándonos”, comentó Salayandía Lara.
Dijo que el incremento salarial obliga a las empresas a pagar más Impuesto Sobre la Renta (ISR), por lo que, además de estímulos fiscales que las fortalezcan, el Gobierno debe facilitar la tramitología que les exige, para que puedan hacer frente a todos esos compromisos.
“Aquí la recomendación para todas las empresas es que utilicen esta parte variable que pueden usar las empresas al momento de pagar estos salarios, hablamos de un bono que sea sostenible, lo que pagan por llegar a metas o a retos, todas estas cuestiones van directamente al bolsillo del empleado, que son cosas que puede utilizar el empresario, todos estos bonos que les dan y que pueden ser útiles”, comentó