La restricción dejó un impacto de unos 580 millones de dólares, según la Caintra Nuevo León.
Jesús Francisco López, director del organismo, recordó que el valor de las mercancías que pasan diariamente por ambos cruces ferroviarios es de 115.64 millones de dólares, lo que suma un impacto de 578.2 millones de dólares.
Esas mercancías se acumularon y ahora se buscará recuperar el flujo de los embarques conforme la capacidad de los ferrocarriles, explicó en entrevista.
«Y el segundo nivel de afectación son las pérdidas directas por no tener la materia prima para producción o las penalizaciones por incumplimientos de entrega a clientes finales», dijo López.
Por ejemplo, señaló, algunas empresas habían estimado un inventario máximo de cinco días antes de iniciar con problemas de línea de producción.
«Pero hay otras empresas que sí estaban perdiendo hasta 500 mil dólares por día por no mover sus embarques ferroviarios al no disponer de materia prima y no poder producir y no vender», comentó.
Ayer, el Embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma confirmó la reapertura.
«Con esta decisión reconocen la complementariedad e integración de nuestras economías y la importancia de las cadenas productivas, que no deben interrumpirse. Es en diálogo y unidad que hacemos frente a los retos comunes que tenemos en la frontera», señaló el funcionario.
Union Pacific informó que tras la apertura, trabajarán por restablecer la normalidad en sus operaciones lo más rápido posible, mientras solucionan el retraso de cinco días de envíos en la frontera.
Sólo esta empresa reportó pérdidas por más de 200 millones de dólares al día considerando mercancías, salarios y costos de transporte.
Por su parte, la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses (AAR, por sus siglas en inglés), indicó que los clientes ferroviarios y la cadena de suministro en general experimentaron impactos cada vez mayores en la medida que los envíos permanecían en la frontera.
«Hoy, la Administración de Joe Biden respondió a llamados rotundos y generalizados para restaurar este eslabón crítico en la cadena de suministro», indicó el organismo en un comunicado.
Asimismo, aseguró que la decisión protege las cadenas de suministro y mantiene el movimiento de mercancías entre Estados Unidos y México.
El pasado 18 de diciembre, la CBP anunció el cierre de los cruces ferroviarios en Texas para destinar a su personal a atender el flujo migratorio. Dos días después, numerosas organizaciones agrícolas y compañías ferroviarias estadounidenses hicieron un llamado para reabrir los puntos cerrados.
En México, datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas señalan que cada día entran 31 mil toneladas de granos con un valor de 13 millones de dólares por los pasos reabiertos en Texas.