Con gran regocijo, pero con notable tristeza a la vez, es como dos ejemplares y comprometidos policías municipales fueron despedidos por sus compañeros de trabajo, luego de servir a la comunidad chihuahuense por más de 25 años, dejando atrás recuerdos, anécdotas y un gran legado de enseñanza hacia las nuevas generaciones que aprendieron de su experiencia y conocimiento.

Luego de haber servido y protegido a la sociedad por casi tres décadas desde que iniciaron su carrera policial dentro de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), hoy estos agentes se retiran con la frente en alto y con el orgullo de haber entregado parte de sus vidas a realizar una de las labores más nobles y leales que por sí sola implica peligro para sus vidas e integridad para salvar la de los demás.

Los policías Miguel Ángel Vázquez Márquez y Miguel Ángel Ordoñez Trujillo, quienes respectivamente se retiran del Distrito Villa y del Grupo Motociclista 300, son dos ejemplos de honestidad, lealtad y disciplina dentro de la corporación, un modelo para quienes vieron pasar su legado y quienes ahora los despiden con aplausos al reconocer el gran trabajo que realizaron durante todo este tiempo.

Ahora la vida de ambos oficiales será diferente, serán dos civiles más que, sin duda, no dejarán de pertenecer a una de las policías preventivas mayormente reconocidas a nivel nacional, simplemente se mantendrán al margen de ella, pues hasta el final de sus días llevarán la placa tatuada en su pecho, con gran orgullo y satisfacción, como ambos lo expresaron.

Los ex policías jubilados, que fueron beneficiados con el retiro anticipado de 25 años, luego de una reforma promovida por el actual alcalde Marco Bonilla, ahora se integrarán a una dinámica social diferente, hasta extraña para ellos, ahora podrán disfrutar de sus familias, de una calma y tranquilidad bien merecida que quizá después de 25 años no pudieron tener en su totalidad.

Con la voz y los ojos a punto del llanto, los oficiales realizaron su último pase de revista ante docenas de compañeros que diariamente los veían pasar antes de iniciar sus labores, durante y al final de las mismas; posteriormente dieron un agradecimiento a sus superiores, a sus subordinados y especialmente a la corporación, de la cual dijeron sentir gran admiración por la evolución que ha tenido a lo largo de los años.

Al ser entrevistados, los agentes coincidieron en que todo el aparato tecnológico actual con el que cuenta la DSPM, la profesionalización y la seguridad personal, así como los beneficios que se han logrado y la mejora en los procedimientos, son cosas con las que hace dos décadas no se contaba, era una utopía en aquel momento, pero se convirtieron en una realidad actual que la fortalecen institucionalmente.

Policía segundo, Miguel Ángel Vázquez Márquez. Ha servido a la comunidad por 25 años patrullando las calles.
“Hoy es mi último día, estoy entregando el servicio y me siento conmovido. Inicié trabajando en el distrito Villa y terminé trabajando en el mismo, aunque patrullé por toda la ciudad y tuve la oportunidad de conocerla y ayudar un poquito a las personas de cada zona.

Estoy plenamente agradecido con la institución, aquí dejo muchos amigos, compañeros y recuerdos. Ahora entro en una etapa de civil y mi ciclo en la Policía Municipal ya concluyó. Ahora me toca disfrutar a mis hijos y a mi esposa y podré pasar una navidad feliz y de tiempo completo con ellos, pues anteriormente no podía hacerlo, aunque valía la pena porque alguien debía cuidar a los demás”.

Policía tercero, Miguel Ángel Ordoñez Trujillo. Ha servido a la comunidad por 25 años en el Escuadrón Motociclista 300.
“Empecé en el año 1999. Desde el primer día fui adscrito al Grupo Motociclista 300. La DSPM me deja muchos amigos, muchas experiencias. Me voy muy satisfecho por haber pertenecido a esta corporación, además de que las motocicletas me apasionan y las he manejado desde los ocho años de edad.

Admiro los cambios que se han presentado en la dependencia, pues las nuevas generaciones salen muy preparadas y profesionales, ya que en aquellos ayeres no se exigían tanto y era más fácil ser policía. Les pido a mis compañeros que valoren su trabajo y que siempre lleven la placa bien puesta en sus corazones”.

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