Chihuahua, Chih.- Luego de 25 audiencias dentro del juicio oral contra José Bryan S. Z., alias “El Bryan”, considerado uno de los mandos del Cártel de Sinaloa, el proceso ha llegado a su fase final, con la presentación de evidencias de parte de su defensa, que trata de desvirtuar la imputación por secuestro agravado.

El proceso comenzó desde el nueve de octubre pasado, días después de que los jueces que conforman el Tribunal de Enjuiciamiento, Omar Meléndez Renova,

Diana Peña Mauricio y Manuel Arturo Quintana, ordenaron trasladarlo del Cefereso del Altiplano al Cereso de Aquiles Serdán para enfrentar su juicio de forma presencial.

El traslado del imputado generó polémica en la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Superior de Justicia, pues “El Bryan” había estado recluido en Aquiles Serdán desde febrero hasta octubre de 2022, pero fue enviado a la prisión federal por considerar que incluso preso, mantenía activas redes de operación criminal al exterior.

Además, el juicio comenzó con el Tribunal de Enjuiciamiento instalado en los juzgados de la ciudad de Delicias (Distrito Judicial Abraham González), con el imputado recluido en el penal estatal y conectado vía plataforma electrónica.

Debido a ello, el 17 de octubre la Fiscalía de Operaciones Estratégicas, de la que depende la Unidad Modelo de Atención al Secuestro que encabeza la acusación, solicitó tres días de suspensión del juicio con el argumento de localizar a unos testigos, petición aprobada por el tribunal.

En esa misma fecha, en un sorpresivo operativo de la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, encargada de la operación de los Ceresos, trasladaron a “El Bryan” de nueva cuenta al Altiplano, tras una solicitud nocturna y urgente dirigida al tribunal que lo enjuiciaba, la cual también fue aprobada.

De esta forma, el imputado fue recluido en la prisión federal al tiempo en que estaba suspendido el juicio, que fue reiniciado el lunes 23 de octubre.

El traslado realizado durante los días de suspensión del juicio motivó el reclamo de los defensores, una vez que fue reanudado el proceso. Acusaron violaciones a los derechos de su representado, quien por primera y única vez, hasta el momento, ha hecho uso de la voz durante las audiencias para algo más que asentir cuando el juez que preside el tribunal le hace algún cuestionamiento.

En esa ocasión, “El Bryan” dijo que habían sido violados todos sus derechos y que sintió temor de lo que le iba a ocurrir cuando de repente llegaron por él agentes estatales para sacarlo del Cereso y dirigirlo, sin explicación alguna, a un avión que lo llevó de nuevo al Cefereso.

El Ministerio Público acusador argumento, en ese momento, que la decisión de su traslado había sido tomada por considerar que “El Bryan” era un riesgo para la gobernabilidad del penal de Aquiles Serdán y de las personas en el exterior, además de que también se había realizado para cuidarlo a él de cualquier ataque de alguna banda rival dentro del mismo Cereso.

El juez Meléndez Renova, por su parte, justificó la autorización del traslado que le fue solicitado, dijo, en calidad de urgente por el director de las prisiones estatales, el general Ricardo Fernández, quien tiene las facultades legales para la clasificación de los internos de los penales y en este caso consideró peligrosa la presencia del imputado en Aquiles Serdán.

Superado el episodio, el juicio fue retomado para dar continuidad a la fase de presentación de evidencias por parte de la Fiscalía, la cual siguió hasta el comienzo del mes de noviembre.

“EL BRYAN”, CABEZA DEL CARTEL EN EL SUR DEL ESTADO

Durante la fase de aportación de pruebas de la parte acusadora, el Ministerio Público estatal sostuvo que José Bryan encabeza al Cártel de Sinaloa en la región sur del estado y mantuvo operación durante meses en Valle de Zaragoza.

Para sostener su teoría del caso, la Fiscalía presentó diversas pruebas documentales de las instancias investigadoras, que evidenciaron la participación de “El Bryan” y otros presuntos líderes criminales en actividades delictivas.

Según reportes de las áreas estatales presentadas en audiencia, hay denuncias anónimas y testigos que identificaron a “El Bryan” a la cabeza de hombres armados que cometieron homicidios, secuestros, extorsiones y robos cuantiosos a propiedades de comerciantes y productores agropecuarios de dicho municipio.

Un testigo protegido, identificado como T.J y que declaró vía electrónica desde el extranjero porque aseguró haber sido desplazado por la violencia, lo acusó de intentar secuestrarlo con un comando armado, del que se defendió a balazos desde su casa.

T.J dijo que tras ese hecho, salió de su casa a refugiarse en Chihuahua, pero los criminales que intentaron secuestrarlo fueron por su hermano y el hijo de éste, la noche del 19 de mayo de 2020, sometiéndolos hasta la madrugada del 20 de mayo.

En la acusación de la Fiscalía, fue “El Bryan” quien encabezó a los secuestradores de esa fecha, lo que funda la imputación que le realiza al acusado.

Presumiblemente, José Bryan y su grupo privaron de la libertad a ambas personas y liberaron al hijo a cambio de 50 mil pesos que tomaron de su casa y la entrega, no concretada, de otros 300 mil pesos que habría de conseguir en las siguientes horas.

Sin embargo, el hombre mayor apareció muerto la mañana del día 20, aunque la Fiscalía no imputa el delito de homicidio al acusado; y su hijo salió con vida, aunque falleció en octubre de 2021 en un accidente automovilístico.

El testigo protegido, además, acusó a “El Bryan” de haber matado a otros cinco familiares suyos y provocar la huida de Valle de Zaragoza de unas 60 familias, durante los años 2019 y 2020.

Por esta acusación sostenida por la Fiscalía del Estado es que fue ejecutada, en febrero de 2022, una orden de aprehensión contra “El Bryan”, durante una ceremonia religiosa que se realizaba en un templo de Culiacán, Sinaloa.

LA COARTADA DE “EL BRYAN” Y LOS TESTIGOS A SU FAVOR

Al comenzar la fase de aportación de evidencias de parte de la defensa de “El Bryan”, a principios de este mes, sus abogados presentaron testimonios y pruebas documentales que ubican al imputado en Culiacán, Sinaloa, los días en que ocurrió el secuestro.

En la teoría sostenida por los defensores, la Policía Municipal de Valle de Zaragoza que atendió los reportes que involucran la agresión al testigo protegido y luego el secuestro de sus familiares, no encontró incidentes tras las llamadas recibidas, hasta que apareció el cadáver de una persona la mañana del 20 de mayo.

Además, la exesposa del testigo T.J, identificada como Mayra Q. G., en el juicio, desmintió las declaraciones de su exmarido, aunque éste, en su declaración, había dicho que una hermana de ella servía como “halcona” para el grupo criminal de “El Bryan”.

Asimismo, los defensores han presentado evidencia de que el imputado viajó del aeródromo Frisco de Parral a la terminal de Aeromar en Navolato, Sinaloa, el 18 de mayo de 2020, para atenderse de un padecimiento dental que había comenzado desde el 11 de mayo.

Bajo esa suposición, los defensores presentaron evidencia de que el 18 y el 19 de mayo, “El Bryan” presentó una denuncia por daños a su vehículo, un Audi Q5, ante la Fiscalía General de Sinaloa, pues al llegar a un supermercado en Navolato, fue víctima de un cristalazo a su auto y el robo de algunas pertenencias.

Entre las fechas del secuestro y actividades denunciadas, según las evidencias presentadas, “El Bryan” habría estado en la fiscalía sinaloense, donde se presentó como “comerciante” para denunciar el robo; además de que habría ido al dentista, que también declaró haberlo atendido los días 19 y 20 de mayo de 2020; y a una farmacia a comprar medicamentos, todo lo cual fue sustentado con evidencia documental y con testimonios de los involucrados.

Las evidencias aportadas por los defensores han sido objeto de cuestionamientos por parte del Ministerio Público, que ha puesto en duda su legitimidad y la veracidad de los testigos presentados; de la misma forma, la defensa ha cuestionado la legalidad de las pruebas aportadas por los acusadores.

En estos días, la defensa agotará la fase de aportación de evidencias, para luego pasar al periodo de alegatos finales, que deberá concluir con la determinación del Tribunal de Enjuiciamiento para emitir una sentencia a favor o en contra del imputado. Después de dicha resolución, y en caso de resultar culpable, el tribunal deberá sesionar posteriormente para individualizar la pena. Si es declarado inocente, podría dictarse su liberación inmediata.

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