La evaluación de daños preliminar por el paso del huracán Otis es de 220 mil 35 viviendas afectadas, el sector hotelero presenta daños en 80 por ciento en sus instalaciones y el sector eléctrico tiene fuera de servicio 37 líneas de transmisión, 26 subestaciones eléctricas, una central de generación y 10 mil postes de luz caídos que tienen sin energía a 513 mil 524 usuarios, de acuerdo con información del Gobierno federal.
Por su parte, el sector salud reporta dos hospitales afectados: el General Renacimiento, debido a las inundaciones en la planta baja, y el General Regional 1, que tiene afectados equipos electromecánicos y suministro de gases medicinales.
En cuanto a la infraestructura carretera hay seis cierres por caída de árboles, deslaves y desbordamientos de cuerpos de agua.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado alertó a la población sobre la presencia de fuertes lluvias en las próximas horas en Guerrero.
Mientras el Gobierno federal sigue con el recuento de los daños, la población de Acapulco enfrenta el problema de la rapiña. Habitantes del puerto comentaron que tiene temor que mientras buscan víveres o agua se metan a sus casas para robarse lo que tienen.
“Me da miedo dejar mi casa sola, hay vecinos a quienes ya les vaciaron sus casas por salir a buscar comida”, comentó Ana, una de las habitantes del puerto, quien desde muy temprano salió a las calles en busca de algo de alimento y agua para “aguantar la situación”.
La falta de combustible es otro de los problemas que sufren en Acapulco tras el paso del huracán, y en estaciones de servicio, donde ya controlan el abasto de las gasolinas, los automovilistas deben hacer largas filas, de hasta 10 horas, para poder comprar 300 pesos del carburante.
“Son horas las que debemos esperar bajo los candentes rayos del sol y en ocasiones algunos hasta pernoctan en el lugar para lograr ser beneficiados con el poco de combustible”, comentó Saúl, quien salió desde temprano de su casa para comprar gasolina.
Los saqueos en el puerto pusieron en alerta a las autoridades de Chilpancingo, que desplegaron a los elementos de la policía municipal para reforzar la vigilancia en estaciones de gasolina, cajeros automáticos, mercados y tiendas de autoservicio para garantizar la seguridad de personas que viajan desde Acapulco a la capital para abastecerse de víveres y combustible.
En los últimos dos días las tiendas de la ciudad se quedaron prácticamente sin mercancía debido a que personas originarias del puerto viajan a la capital guerrerense para abastecerse, sin embargo, Chilpancingo no tiene almacenes grandes para satisfacer la demanda.
Los cajeros de bancos también se saturaron por la presencia de los acapulqueños, quienes en su ciudad no pueden acceder al efectivo por falta de energía eléctrica y comunicaciones.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que las aseguradoras entregarán 40 por ciento del monto de las pólizas de seguro de hoteles y negocios de Acapulco, Guerrero, que fueron afectados por el Huracán Otis para arrancar con su reconstrucción de manera inmediata.
A través de un video publicado en su cuenta de X, el primer mandatario informó que luego de una reunión con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y los bancos, éstos últimos informaron que darán el adelanto «a la palabra», es decir, sin la necesidad los dictámenes de daño correspondientes.
«Hablamos con las aseguradoras y me gustó mucho la respuesta de las aseguradoras porque sin trámite, lo más pronto posible para evitar tardanzas, van a entregar 40 por ciento adelantado del monto que éste asegurado, 40 por ciento a la palabra y que el resto ya va a estar sujeto a las revisiones que rigen las normas pero esto me dio mucho gusto porque tenemos que iniciar lo más pronto posible la reconstrucción de Acapulco», indicó.