En un sondeo por el campamento improvisado del Marcador de Iniciativa de Seguridad Fronteriza (BSI) 36, migrantes venezolanos desconocen la nueva medida de repatriación.
Una mujer salió muy molesta de su cobijas en forma de casa de campaña gritando:
«Nosotros no nos vamos a regresar para Venezuela, allá nos estamos muriendo de hambre; la cita de CBP One no sale, como nos van a repatriar Maduró va a matar a nuestras familias que ahorita se están muriendo de hambre».
«Atravesamos el Darién, México, estamos a punto de entrar para que nos regresen, eso no es posible, casi nos morimos, estamos aquí y no nos quieren dar una oportunidad es muy injusto, devolver no, no es obligado, no nos van a devolver», gritaba llorando desesperada la mujer venezolana que no quiso dar su nombre.
Opinó que si el presidente de Venezuela, Maduro, los va aceptar, es porque quiere seguir en ese régimen de poder.
«Lo que quiere es hacer chanchullo con los votos; votos de mentira, todo es mentira con él, yo no tengo casa vendí todo, para venir acá a trabajar duro», lloraba desde el lado americano.
«Ese maldito Maduro, si tiene plata para devolvernos, pero no tiene para ayudar con la comida o para negociar empresas que nos den trabajo», insistía la venezolana muy estrenada.
La mayoría de los es que están ya de lado americano no quieren regresar, incluso dijeron tener miedo al entrar a Venezuela.
«Así como implementaron los viajes para regresarnos a Venezuela de manera comunitaria, porque no instalan empresas binacionales allá para que tengamos trabajo», dijo Said, venezolano.
Dijo que en Venezuela no hay trabajo independientemente de si tienen una profesión o no, a la gente no le dan trabajo después de los 30 años.
«De qué va a vivir mi mamá, mi papá y mis tíos; allá no te pagan la plata que mereces aunque estudiaste, qué vamos a hacer allá; si venimos acá es por una mejor calidad de vida, no porque queremos», expresó Said.