La cifra representa un incremento de 6 puntos porcentuales respecto a 2018.
El proyecto de acuerdo por el que se actualiza la disponibilidad media anual de agua subterránea de los 653 acuíferos de México, publicado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, indica que al cierre de 2022, en 282 de los cuerpos de agua se extraía más líquido del que se recargaba.
La lista de los acuíferos con déficit en 2022 incluye a los que abastecen a 16 de las 20 zonas metropolitanas más pobladas del País: Ciudad de México, Monterrey, Toluca, Tijuana, León, Querétaro, Ciudad Juárez, La Laguna, Aguascalientes, San Luis Potosí, Mexicali, Saltillo, Culiacán, Morelia, Chihuahua y Veracruz.
Entre las zonas metropolitanas, el caso más crítico es el del acuífero de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México que registra un déficit de 480 millones de metros cúbicos anuales.
Le siguen los del Valle de Mexicali, con un déficit de 432 millones de metros cúbicos; Cuautitlán-Pachuca, con 226 millones; Valle de Celaya, con 156 millones; Valle de Toluca, con 128 millones, y Región Lagunera, con 111 millones.
De acuerdo con el Programa Nacional Hídrico 2020- 2024, los acuíferos aportan el 39 por ciento del agua que se consume en México.
«En gran parte del País, la extracción de aguas subterráneas es superior a la recarga, lo que significa que se está minando el patrimonio hídrico en aproximadamente 9 mil 500 millones de metros cúbicos por año», advierte.
«Adicionalmente, se pierden áreas importantes para la recarga debido a la deforestación, al cambio de uso de suelo, a la expansión desordenada de los asentamientos humanos y a la sustitución de áreas verdes por zonas pavimentadas que impiden la infiltración».
Aguas superficiales
La Conagua actualizó también sus estimaciones de la disponibilidad media anual de aguas superficiales en las 757 cuencas hidrológicas del País.
Al cierre de 2022, reporta en el proyecto de acuerdo correspondiente, 102 de las cuencas registraban déficit.
Casi tres cuartas partes, 74, se concentran en tres de las 37 regiones hidrológicas en las que está dividido el País: Bravo-Conchos, con 37 de 37; Lerma-Santiago, con 23, y Balsas, con 14.
Para las estimaciones de disponibilidad de aguas superficiales se consideran los volúmenes anuales de escurrimiento natural, de extracción de líquido mediante títulos inscritos y en proceso de inscripción en el Registro Público de Derechos de Agua (Repda).
También los correspondientes a reservas, caudal ecológico y zonas reglamentadas, de retornos, de importaciones, de exportaciones, de evaporación en embalses, de variación de almacenamiento en embalses, de escurrimiento de la cuenca hacia aguas abajo y actual comprometido aguas abajo.
La Ley de Aguas Nacionales establece que para el otorgamiento de una concesión o asignación de líquido debe tomarse en consideración la disponibilidad media anual del recurso.