Monterrey, México. Las tasas de interés de los bonos de largo plazo del Tesoro estadounidense alcanzaron en la semana sus mayores niveles desde mediados del 2007, cuando se cocinaba la crisis financiera mundial que estalló en el 2018.

El incremento de sus tasas se ha acelerado durante los últimos dos meses, provocando pérdidas generalizadas en las Bolsas y en diferentes monedas frente al dólar. Ayer, por ejemplo, el rendimiento del instrumento a 10 años avanzó a 4.78 por ciento, promediando en la semana 4.74, más que la media de 4.58 en la semana previa y muy por arriba del 3.92 en la recta final de julio.

Detrás de sus aumentos han estado reportes sobre un mercado laboral en Estados Unidos que sigue superando expectativas en la creación de empleos, así como sólidos indicadores del consumo, lo que alimenta las expectativas de más alzas en la tasa de la Reserva Federal (Fed), actualmente en el rango de entre 5.25 y 5.50 por ciento.

Así, de la última semana de julio hasta ayer, el Dow Jones perdió 5.7 por ciento, el S&P bajó 5.4, el Nasdaq 4.5 y la Bolsa Mexicana de valores 7.2 por ciento, mientras que el dólar frente al peso avanzó 8.0 por ciento o 1.35 pesos, a 18.19.

¿Cómo es que el comportamiento de los bonos está tirando a los otros mercados? El sitio The Street anota que las tasas de los bonos se mueven inversamente a sus precios, basándose en un principio del mercado financiero conocido como «valor del dinero en el tiempo».

Explica que esa teoría dice que si le ofrecieran un dólar hoy o el mismo dólar dentro de 30 días, usted tomaría el primero y pagaría menos por el segundo, porque podría invertir el dólar de hoy durante 29 días adicionales y obtener ganancias. Añade que si las tasas de interés suben en ese periodo, usted ganará aún más y, por lo tanto, pagaría mucho menos por ese dólar en 30 días.

Pues así es como funciona el mercado de los bonos, apunta The Street, por lo que a medida que esos instrumentos sean a más largo plazo, con las altas tasas de interés actuales o la creciente expectativa de que pronto subirán aún más, cae el precio de esos papeles, arrastrando también a las acciones y divisas diferentes al dólar.

Hasta ahora, la Fed, en su lucha contra la inflación, ha agregado durante los últimos 18 meses más de 5 puntos porcentuales a los costos de endeudamiento de referencia, creando un piso más alto para las tasas de interés.

El sitio añade que otros factores que han contribuido al alza de las tasas de los bonos o el desplome de sus precios son la cuantiosa venta que la Fed está haciendo de ellos, de miles de millones de dólares tras sus compras durante la década que siguió a la crisis financiera, y la mayor deuda que el Departamento del Tesoro está emitiendo con esos papeles para cubrir los déficits presupuestarios récord del Gobierno de Estados Unidos. Esto es, que la oferta de bonos está creciendo más que la demanda y cuando eso sucede, con cualquier mercancía o servicio, cae su precio.

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