Se trata de una reforma en la fracción I, inciso D, del artículo 26 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos con el fin de que sea tomado en cuenta como requisito para obtener una licencia de portación de armas no haber sido condenado por delitos de violencia familiar, feminicidio o cualquier otro delito contra las mujeres.
Esto con el fin de evitar que los indices delictivos crezcan, enfocándose en delitos contra mujeres, ya que según explicó la diputada, se ha registrado un gran número de feminicidios en los últimos años, por lo que permitir que una persona violentadora tenga la oportunidad de adquirir un arma, podría llevarlo a ser reincidente.
De esta manera, se pretende que únicamente personas respetuosas de la ley y de la vida, así como, de los derechos propios y de terceros, tengan la oportunidad de conseguir un arma de fuego permitida formalmente.