La tormenta tropical Idalia evolucionará a huracán categoría 1 en próximas horas, por lo que Estados Unidos está alerta, mientras que en México hay llamado de atención por fuertes lluvias.

Emitió el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Conagua comunicado donde menciona que “en las próximas horas, Idalia podría evolucionar a huracán categoría 1”, aunque por su trayectoria no irá hacia México.

En la verificación que hicieron a las 15 horas, era una tormenta tropical ubicada a 180 kilómetros al este de Cancún, a 195 kilómetros al este-noreste de Cozumel.

Como efectos, espera que en la tarde ocasiones lluvias puntuales muy fuertes con relámpagos en Quintana Roo, Campeche y Yucatán, con rachas de viento hasta 80 km/h sobre estos estados y oleaje de 2 a 4 metros en sus costas.

México a través de Conagua “mantiene la zona de prevención por efectos de tormenta tropical desde Río Lagartos (Yucatán) hasta Tulum y Cozumel (Quintana Roo)”.

Exhortaron a la población “a extremar precauciones por condiciones de lluvia, viento y oleaje elevado, que podría generar incremento en niveles de ríos y arroyos, encharcamientos e inundaciones en zonas de los estados mencionados, así como atender los avisos del SMN y seguir las recomendaciones de las autoridades estatales, municipales y de Protección Civil”.

Estados Unidos en alerta.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos indicó que “está pronosticado que Idalia se convierta en un huracán al entrar al Golfo de México”.

El potencial huracán conlleva un “riesgo de peligro mortal” con parejas a lo largo de la costa de Florida.

Estiman la posibilidad de vientos destructivos, inundaciones y lluvias intensas.

El miércoles 30 de agosto estaría tocando tierra en la costa noroeste de Florida como huracán, lo cual significa peligro para múltiples poblaciones.

Después esperan que ingrese al territorio estadounidense y avance sobre el norte de Florida, para convertirse en tormenta tropical de nuevo y caminar sobre el este de Georgia y el este de ambas Carolinas hasta salir al océano Atlántico donde podría disiparse.

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