Con la presencia de cuatro agentes del Ministerio Público, la Consejería Jurídica del Estado, el imputado y sus abogados, inició la audiencia intermedia frente a la juez Delia Valentina Meléndez en la Sala 8 del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Dicho proceso se reanudó tras la suspensión para depuración de evidencias el pasado 12 de julio del 2023.
En dicha audiencia se han de revisar las evidencias, datos y documentos que llevarán al juicio oral por los delitos que se le acusan a Duarte: «peculado agravado y asociación delictuosa» en el caso de desvío de recursos públicos.
Tras dar lectura a su expediente médico, la juez Delia Valentina Meléndez cedió el micrófono al exgobernador a fin de permitirle expresar inconformidades respecto a los oficios que ha remitido el Centro de Reinserción Social referentes a los reportes de su salud.
Durante la audiencia, el exgobernador, tomó el micrófono y manifesto una serie de quejas a la juez que lleva su caso, destacando que no cuenta con televisión como el resto de los presos, que le negaron 13 meses la atención psicológica y no dejaron a su familia llevarle comida.
«El departamento de psicología dicen… en 13 meses nunca me dieron una atención, por eso tuve que recurrir a la atención privada. Dicen que iban a mi celda, es cierto, a dejarme un papelito (…) en el que solo me decían, este mes no se puede. Eso es todo lo que hicieron cada mes a pesar de que había un oficio para que me dieran atención psicologica inmediata», criticó.
Señaló que «pareciera una atención profesional de Hospital Ángeles, pareciera que me mantienen en atención permanente, pero no es así», esto en cuanto a la atención que le brindan en el penal.
«Tengo permanente hemorragia desde hace 3 meses que no he podido avanzar en la recuperación. El día de ayer me mandaron de alimento carne de puerco frita con una salsa de chile Ahí está todavía, claro que no la ingerí», añadió.
Además sobre el oficio que entregaron a la juez por parte del CERESO, donde señalaron que cumplimentaron la orden de la autoridad judicial de garantizarle acceso a alimentos externos por parte de sus familiares a fin de que pueda llevar a cabo su dieta conforme a lo señalado por el cardiólogo de Duarte, manifestó:
«Falso que hayan permitido el ingreso a mis familiares de mi alimentación» y sentenció: «es un tormento al que me han sometido».
Duarte añadió que «tras el reventón del CERESO de Juárez» le fueron retiradas comodidades que a sus compañeros del penal no, como es el caso de televisión:
«No tengo ni siquiera televisión, cosa que todos los presos del CESERO tienen, yo no tengo ni siquiera una televisión», lamentó.
Posteriormente inició una discusión en torno a la atención psicológica que recibirá tras las denuncias realizadas hoy.